03/12/2025
01:25 PM

Prever y prevenir

    Los riesgos para la economía se multiplican y cada vez son más complejos en la medida en que la tarea arriba está más enfocada en lo político que en la realidad cotidiana de los hondureños. Puede que haya excepciones después de muchas frustraciones tal como presenta en la actualidad las preocupaciones, que ojalá sean ciertas, en la empresa Nacional de Energía Eléctrica en la que, por lo menos de cara a la demanda, muestran, por primera vez, previsión y prevención.

    Del dicho al hecho hay mucho trecho y falta comprobar la veracidad de las palabras, pues la confianza de la ciudadanía en las instituciones es de tan bajo nivel que llevamos muy dentro el “hasta no ver, no creer”. Por las declaraciones en fuentes oficiales de la ENEE está claro que es necesario iniciar de inmediato una licitación para la compra de 220 megas y así evitar los apagones del próximo año. Hay reconocimiento oficial del problema y supuestamente buscan evitarlo.

    Desde siempre se ha dicho que no hay energía más cara que aquella de la que se carece, pues las pérdidas en el sector laboral, en los negocios y en la familia superan con creces el ya abultado recibo mensual. A ello hay que sumar la frustración evidente por la irregular situación que obliga a cambiar la agenda diaria y a realizar gastos extras que en estos tiempos ahondan más la crisis.

    Traer a colación el fenómeno natural El Niño es aliarse al fracaso, puesto que la escasez e irregularidad de las lluvias no sorprenden, sino que exigen aceptación de hechos los cuales deben ser previstos y prevenidos. Hace años se habla de zonas en nuestro país en las que la sequía agota las esperanzas de los campesinos. Aquello de que hay que “volver al campo” es demagogia del discurso electoral. No llegan soluciones.

    En otro ámbito de naturaleza diferente el déficit de más de 250 megas para fortalecer el sistema eléctrico es un gran riesgo que debe ser atendido de inmediato. Las explicaciones posteriores sonarán más a excusas, por incapacidad, de manera que otro gran peligro, como la situación en países vecinos, amenaza la economía nacional.

    Hay preocupación, muy normal. Pues en caso de no completar la licitación y los contratos oportunamente los empleos resentirán una mayor debilidad y con ello el incremento angustiante de miles de familias, de miles de jóvenes que intentan ingresar en el mundo laboral, porque “las esperanzas nunca se pierden”. La incapacidad administrativa en otras instituciones públicas ha causado grandes trastornos a la ciudadanía, pero queremos pensar que, en la ENEE, de momento, hay previsión y prevención. Esperamos resultados favorables que contribuyan a recuperar la confianza en la maltrecha empresa de energía.