01/12/2023
07:07 AM

Lempira y la Honduras de hoy

  • 19 julio 2023 /

    La figura de Lempira, y su gesta por la defensa de la soberanía de los territorios que entonces formaban la región occidental de la actual Honduras, ha estado siempre presente entre el grupo de aquellos hombres y aquellas mujeres que han contribuido a la definición de un perfil cultural que nos permite diferenciarnos de otras nacionalidades. Lempira, o Elampira, como indican algunos documentos que, hace algunas décadas, encontrara en el Archivo de Indias de Sevilla, el ya fallecido historiador Mario Felipe Martínez Castillo, es pues figura fundamental de la resistencia indígena en contra de la presencia europea en el siglo 21. Sus acciones son motivo de inspiración en la búsqueda de un destino nacional propio y compartido por todos los hondureños.

    Claro está que la dinámica y las formas de relacionarnos hoy con el resto de los países del mundo obliga a una nueva visión y a diversas estrategias. Se entiende que, ante la ocupación y búsqueda de dominio por parte del Imperio Español, los habitantes originarios de estas tierras reaccionaran violentamente para evitar el despojo. Aunque, finalmente, la superioridad del armamento y las luchas intestinas entre los distintos grupos indígenas, terminaron por acabar con la insurrección y se diera paso al advenimiento de una nueva nación mestiza que prevale hasta nuestros días.

    De Lempira los hondureños debemos imitar, sobre todo, su demostrado amor por estas tierras. Y, para pasar de la lírica a los hechos, acometer acciones que permitan que este país transite de una vez por el camino del desarrollo y busque la prosperidad de todos sus habitantes. Para eso hace falta trabajar duro, recuperar la concordia y reconocer que los casi diez millones de hondureños tenemos los mismos derechos y los mismos deberes en la construcción de ese desarrollo y esa prosperidad.

    Los estudios históricos cada vez concluyen con mayor claridad que, tanto en México como en Centro América, y, seguramente, en el resto de América, buena parte de la responsabilidad sobre el avance europeo fue la división interna preexistente y los conflictos locales entre etnias precolombinas; situación aprovechada por el bando español para ganar terreno y adquirir poder. Y de esta situación también se deben tomar lecciones: las divisiones internas no nos benefician, sino, por el contrario, son un obstáculo para el progreso común y para la construcción de un futuro promisorio.

    Solo deponiendo los intereses de grupo vamos a poder ver hacia el futuro con esperanza. Pero para eso hace falta un sincero y profundo amor por esta tierra. Y habrá que demostrarlo con hechos.