19/03/2025
11:28 AM

Gaza

    La población palestina de esta estrecha franja continúa padeciendo de diarios ataques por aire y tierra por parte de las fuerzas militares de Israel, y prácticamente está atrapada sin salida, ya que en la parte norte se han reanudado los combates, pese a que oficialmente ya se había eliminado la resistencia armada de Hamas.

    Las hambrunas colectivas, las enfermedades, las condiciones cada vez más insalubres constituyen focos de enfermedades que se agravan ante la destrucción deliberada de hospitales y muerte de personal médico. Resulta admirable que aún prosigan en sus funciones, a pesar de la cada vez menor disponibilidad de medicamentos y anestesia, cumpliendo así con el juramento hipocrático y con su sentido humanitario de solidaridad.

    Tal es la destrucción provocada que la reconstrucción de viviendas, edificios, caminos requerirá de ayuda masiva por parte de la comunidad internacional y pasarán años antes que vuelva a ser habitable. Y la pregunta fundamental es esta: qué pasará con los más de dos millones de seres cada vez más expuestos a la sed de venganza y aniquilamiento por parte del Estado hebreo, cada vez más controlado por los sectores ultraderechistas, ultranacionalistas que crecientemente están anexando las tierras palestinas de la margen occidental del río Jordán, con el propósito de impedir la creación de un Estado palestino con contigüidad territorial y fronteras claramente delimitadas y demarcadas.

    El pueblo palestino lucha doblemente, pese a enfrentarse a un rival tradicional proveído de armamentos de destrucción masiva que incluye el nuclear: por su supervivencia y por su independencia, aspiración legítima de cualquier agrupación humana, cuya realización ha costado en muchas ocasiones, sangre, sudor y lágrimas, a lo largo de la historia.

    Las noticias más recientes dan cuenta de que la Asamblea General de las Naciones Unidas, por abrumadora mayoría de votos, apoya la creación de un Estado palestino, pero para convertirse en realidad debe contar con la aprobación del Consejo de Seguridad, algo improbable por el veto en contra por parte de Washington, pese a que aliados tradicionales como Francia y Gran Bretaña se han distanciado de tal intransigencia comprendiendo el derecho a la autodeterminación. La otra lo es que la Corte Penal Internacional ha emitido órdenes de arresto tanto para el primer ministro y el ministro de Defensa israelí, como para la dirigencia de Hamas, el grupo que ha gobernado Gaza durante los últimos años y que dirige la resistencia armada contra la masiva invasión hebrea. Este conflicto bélico, el más reciente de un cíclico enfrentamiento entre dos pueblos emparentados por lazos de consanguinidad, no tiene visos de finalizar pronto, con un costo humano y material cada vez más elevado. Igual sucede con la otra guerra, la que enfrenta a Ucrania con Rusia.