27/04/2024
12:50 AM

Emergencias nacionales

    Nuestro país enfrenta múltiples emergencias simultáneas: la del empleo, abordada por el presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Mateo Yibrín, recordando a la nación que la Asociación Hondureña de Maquiladores reporta la pérdida de 42,000 puestos de trabajo debido al cierre de empresas dedicadas a ese rubro, además de la posibilidad cierta que, de continuar las invasiones de tierras en la agroindustria: palma africana, caña, banano, ganadería, 220,000 compatriotas quedarán cesantes, lo que implica una cifra aún mayor de familias ayunas del sustento cotidiano generado por el asalariado.

    Ello debe generar un sentido de urgencia en el sector gubernamental, a efecto de que, a la brevedad, se inicie el Pacto por el Empleo, con la participación de funcionarios estatales al más alto nivel, la dirigencia obrera y empresarial, en búsqueda de soluciones concertadas o cuando menos paliativos que disminuyan el dramático impacto que la falta de empleo provoca a miles de hondureños tanto en su estabilidad económica como emocional.

    Paralelamente, otras emergencias convergen en el cotidiano existir de la población; ejemplo, la de salud: covid, dengue; la de violencia e inseguridad de las personas y sus bienes; jurídica, ignorando nosotros los gobernados el rumbo hacia el que la presente administración conduce a Honduras, en ambiente cada vez con mayores grados de intolerancia, confrontación, renuencia a la concertación por parte del oficialismo. La elección del fiscal general y el auxiliar pondrá a prueba la capacidad o incapacidad de negociar con la oposición, representada en el Congreso por la totalidad de los legisladores. Se requiere de altas dosis de realismo político, flexibilidad y recíprocas concesiones por ambas partes, mismas que deben ser totalmente transparentes, sin arreglos bajo la mesa, como ha sido la tendencia, haciendo mofa de las expectativas ciudadanas y la comunidad internacional.

    El hecho de que para este año la economía mundial y la de nuestros principales socios comerciales se contraerá, sin duda impactará en nuestro comercio exterior con ellos, con insuficiente crecimiento económico, condición que se agrega a las perspectivas avizoradas para estos doce meses.

    Sin caer en el pesimismo y fatalismo, la supervivencia nacional requiere, urgente y obligatoriamente, hacerle frente, de manera decidida y conjunta a esta combinación de emergencias, que ponen a prueba nuestra resiliencia y capacidad de reacción.