25/04/2024
01:36 AM

Ajustamos

    Hay cosas que son técnicas, difíciles de explicar para que la población entienda en realidad, pero con eso que estamos aprobando sí ajustamos”, expresión pontifical del director del Instituto Hondureño de Seguridad Social al comunicar que el presupuesto del organismo sostenido con las cuotas de empresarios y trabajadores recibirá un recorte de 2,000 millones de lempiras. Claro que ajustará, pero ¿para quién?

    No son difíciles de explicar y si lo son la junta directiva y los altos cargos del IHSS debieran tener la suficiente capacidad para explicar a los cotizantes y no calificarlos de bajo nivel intelectual y educativo para entender. Aún así, los derechohabientes entienden perfectamente cuando llegan a la farmacia, presentan la receta y reciben un “no hay”. Entienden muy bien y a disgusto las largas filas para consulta, las aglomeraciones en espacios inadecuados y la tardanza en la programación de intervenciones. Y podríamos continuar.

    Hace unos días en la dirección regional escuchamos la necesidad de un nuevo hospital en la zona noroccidental e identificaron la ruta a seguir con respaldo de la cooperación exterior. Los maestros jubilados esperan una solución pronta para acceder a las atenciones del Seguro. ¡Casi nada! Y ahora nos vienen con el presupuesto cercenado, o sea, en la inmensidad de graves y urgentes necesidades anuncian las autoridades el tijeretazo al presupuesto.

    La complejidad de las cosas técnicas no es suficiente explicación, más bien diremos excusa, para limitar la atención a miles y miles de personas, contribuyentes mensuales, porque con menos recursos habrá que hacer malabarismos y no es eso lo que se espera de la junta directiva, supuestamente representantes de trabajadores, patronal y del gobierno, y menos de la dirección central y regionales.

    Las jubilaciones y pensiones son una parte, muy importante y necesaria, pero hay otros rubros en el presupuesto que también llegan directamente a la vida diaria de la familia y sobre ello debiera llega la explicación por difícil que sea y no ocupar como elemento de distracción la pérdida millonaria en medicamentos vencidos. Y quedan aún las secuelas de la entrada en vigencia de la inconstitucionalidad de la Ley Marco de Protección Social. Toda una maraña que recae ya en los derechohabientes porque en el Congreso duerme la paz de los justos la nueva ley.

    “Algo huele a podrido en Dinamarca” es la clásica expresión en Hamlet de William Shakespeare al referirse a corrupción e irregularidades. Nada extraño en nuestro país donde el saqueo es saludado desde la impunidad y la pasividad de la población. Sobre los 2,000 millones menos en el presupuesto debe haber una explicación, pues el tijeretazo llegará directamente a los derechohabientes.