15/05/2025
02:29 AM

¡Vacúnese ya!

Como médico de profesión, frecuentemente me preguntan pacientes y conocidos sobre la efectividad e inocuidad de las vacunas contra el covid 19.

Francisco Gómez Villela

Como médico de profesión, frecuentemente me preguntan pacientes y conocidos sobre la efectividad e inocuidad de las vacunas contra el covid 19.


Este nuestro país es desconcertante en muchos aspectos. Su nivel de escepticismo y sospecha ya tiene tintes de histeria colectiva. Con vacunas o sin ellas, el drama y el conflicto se debaten entre la ignorancia y la necedad.


La primera vacuna descubierta fue contra la viruela, creada por el médico inglés Edward Jenner en 1796. Las vacunas son unos de los descubrimientos más importantes en la historia de la Medicina, con una gran repercusión en pediatría y en Salud Pública.


Pero nunca antes se había dudado tanto de una vacuna como en el caso de esta contra el covid-19. Detractores pusieron a la ciencia médica contra la pared. Humillaron el método científico, basados en conjeturas.


A nivel mundial, las redes sociales desataron su frustración contra lo establecido, causando temor y duda.


Los motivos que aducen para no aplicársela son variados: efectos secundarios a largo plazo, implantación de chips para rastreo, adquirir la enfermedad a partir de la vacuna, problemas de infertilidad posteriores, creerse inmunizados si ya padecieron la enfermedad, que no afecta a los jóvenes sanos, o que la fe los protegerá. Según publicaciones, los más reacios a aplicársela son los grupos de edad entre 25 y 35 años.


Es fundamental que sepan que la decisión de no vacunarse pone en riesgo a los demás. Cuanto más tiempo circula un virus entre personas no vacunadas, más oportunidades tiene de mutar y volverse resistente a la vacuna. Se necesita que un 70% de la población mundial esté vacunada para tener control de la pandemia. Incluso, se está recomendando vacunar a embarazadas independientemente de su edad gestacional y a madres lactando.


Las estadísticas no engañan. Ya no está muriendo el personal de Salud como hace algunos meses, porque fue vacunado. Esos son hechos reales. Por eso mi respuesta cuando me preguntan es: vacúnese ya. Es ilógico dudar a estas alturas de la validez de la ciencia médica.


En esta Honduras la situación es especial. Entre milenials irreverentes que no creen en nada y políticos atolondrados que cuestionan la autenticidad de las vacunas con fines proselitistas, estamos arriesgados los demás que sí creemos.


¿Pero qué se puede pedir en un país adonde el pueblo clama por un cambio de Gobierno pero no existe oposición política? Muy poco.


Aquí mientras la gente tenga para la recarga del móvil, lo demás les sale sobrando.