Un descanso inteligente

Una buena “playlist” de los artistas que más nos gusten es también fundamental. La vida con música de fondo siempre resulta más llevadera.

  • 08 de julio de 2025 a las 00:00 -

Esta semana, unos porque el calendario así lo contempla, otros porque la secretaría del ramo ha dispuesto una semana de receso, miles de niños y jóvenes que estudian en las instituciones de los niveles primario, medio y superior estarán de vacaciones. Y, aunque descansar es una exigencia natural, y la interrupción de las rutinas resulta siempre saludable, es necesario asegurarse de que los días se aprovechen inteligentemente para que cumplan con el cometido por el que se han determinado. Estas vacaciones estudiantiles deben dar pie para reflexionar sobre el sentido del descanso en general.

Se ha dicho muchas veces que descansar nunca es no hacer nada, sino cambiar de actividad. La inactividad total en lugar de acumular energía cansa más. Es cierto que quedarse en la cama un poco más de lo que se hace en una semana ordinaria de estudio o de trabajo ayuda a reponer fuerzas y aclarar las ideas, pero un abuso de la posición horizontal acaba por producir mayor fatiga y una especie de amodorramiento que más bien aturde y provoca pereza física y mental. Los períodos de descanso no son para echar a perder los buenos hábitos, sino para fortalecerlos.

De ahí que unas vacaciones sin un plan definido, día a día, puede convertirse en tiempo perdido, en un sinsentido agotador.

Pienso que no debemos comenzar unos días de descanso sin un buen libro en la mano. Una buena obra literaria, una biografía, una colección de ensayos interesantes son fundamentales para descansar la mente. Dedicarse a rumiar los problemas que el trabajo cotidiano contrae resulta peor que estar en la oficina enfrentándolos. Hay que saber atar la imaginación, ya que hace composiciones de personas, lugares y circunstancias que provocan más estrés que los hechos reales. Ya decía Teresa de Ávila que la imaginación era la “loca de la casa” y que no faltara quien le hiciera caso. La experiencia señala que alrededor del ochenta por ciento de las dificultades imaginadas nunca llegan a concretarse. Pero lo sufrido ya se sufrió.

Una buena “playlist” de los artistas que más nos gusten es también fundamental. La vida con música de fondo siempre resulta más llevadera. Y lo bueno de esto es que se puede realizar prácticamente cualquier actividad sin que resulte molesta.

Y, por supuesto, un buen descanso exige estar rodeado de gente agradable. La soledad, que también se puede disfrutar y es necesaria para aclarar las ideas y definir rutas vitales, debe alternarse con esas visitas necesarias a la familia y los amigos. Las buenas experiencias compartidas profundizan y enriquecen el descanso.

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