15/05/2025
10:05 PM

Tragar sapos y escupir culebras

Alfredo Haces

Teorías de la Grecia antigua aseguraban que la política es el arte de saber gobernar sabiamente en tomas de decisiones consensuadas, donde los principales objetivos es buscar beneficios en común al pueblo con políticos honrados, civilizados y democráticos.

En tiempos modernos aparecieron diferentes versiones de descifrar el arte de la política; entre ellas, uniendo diferentes pensamientos contemporáneos, como el decir que el arte de la política actual “es la capacidad de tragar sapos y escupir culebras”.

Pues lamentable entre las cualidades de los políticos “exitosos” está el arte de saber mentirle al pueblo, especialmente en los procesos de campañas, y al estar en el poder está la política del saber torcer las leyes y ejercer con maestría la corrupción.

Lo paradójico en estas políticas vernáculas de Latinoamérica, donde la historia de las dictaduras militares, con los tradicionales golpes de Estado, dejaron décadas tras décadas de sangre, luto y terror, y naciones en desgracia, saqueadas económicamente por los déspotas uniformados de verde y botas negras.

Pero eso ha quedado en las páginas negras de ese pasado de los tiranos militares, que ahora reciben órdenes de los mandatarios presidenciales; pero los políticos civiles de estos tiempos han resultado igual o más corruptos que esos tiranos personajes.

La política actual se ha convertido descaradamente en un negocio millonario para los políticos de oficio de los diferentes partidos políticos de cualquier color. Un caso típico en Honduras, donde los tres poderes del Estado han funcionado amalgamados sin división de poderes, donde han aparecido políticos expertos en fundar partidos “camaleones”, que cambian de colores políticos, y como muestra del derroche y corrupción el presupuesto de 1,492 millones de lempiras para las próximas elecciones internas, que el pueblo paga en un país llamado Honduras.