El mensaje que nuestra sociedad, orientada hacia la juventud, con frecuencia le envía a los adultos es de que su utilidad termina a los 65 años, sino antes. Muchas personas mayores reconocen que esto es absurdo y se lanzan a tener una vida productiva.
La gente está condicionada a creer que 65 años es sinónimo de inservible. Muchos de los problemas que una vez se pensaron eran causados por la vejez, realmente son causados por hábitos alimenticios pobres. Una dieta balanceada y ejercicios pueden mejorar la salud a cualquier edad.
Un grupo de hombres de 70 años de edad tomó parte en un programa de ejercicios, al final del año sus cuerpos reaccionaron como los cuerpos de hombres de 40.
Creciendo en número y en poder de consumo, los ancianos están haciendo sentir su influencia. Los anunciantes están proyectando a los mayores en una forma más positiva. Muchas personas mayores de 70 años han realizado las mayores proezas en su vida, artistas de cine, escritores, pintores, corredores, nuevos aprendizajes, nuevos intereses en la vida, etc.
Si toda la vida es un viaje hacia la vejez, entonces creo que es también un viaje hacia el amor. La vejez no es una enfermedad, es un ascenso ilimitado. Con la disminución de la fuerza crecemos hacia mayor luz.
Los psicólogos nos dicen que la preocupación por los demás aumenta con la edad. Esta facultad toma diferentes formas. Es dar algo de las muchas bendiciones que se reciben.
También hay un crecimiento en el acercamiento a Dios. La vejez puede ser un tiempo de crecimiento espiritual, de ver las cosas en clara perspectiva. Solo cuando empiezas a contar tus años por el final en vez de por el principio empiezas a hacerte la profunda pregunta de qué es lo que vas a hacer con el tiempo que te queda.
Lo mejor está por venir. Confía en Dios. Míralo todo. No tengas miedo.
