Una fecha como hoy 23 de abril del año 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega, así que en honor a tan insignes escritores la Conferencia General de la UNESCO escogió esta fecha tan simbólica para la literatura universal para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural de la humanidad.
El nobel de literatura Mario Vargas Llosa acertó al ilustrar que “nada enriquece tanto los sentidos, la sensibilidad, los deseos humanos, como la lectura.” Es fácil darse cuenta que las grandes sociedades han alcanzado altísimos niveles de desarrollo humano porque tienen como elemento común que sus ciudadanos leen, se informan, investigan, escudriñan y son amigos cercanos de la literatura como estilo de vida.
Ya basta de perder el tiempo en superficialidades y en banalidades que no edifican el espíritu humano, el cerebro hipa por letras que demandan ser leídas y apreciadas como un tesoro de incalculable valor; las neuronas se regocijan cuando intiman con el encanto de las letras creadoras de mundos extraordinarios en el subconsciente humano.
De ahí que, la invitación está abierta en esta fecha conmemorativa para que descubramos el universo que el libro nos depara al abrir su tapa, que cada átomo de nuestro ser confluya en el deleite excelso que se encuentra en las letras. Tome ánimo y conozca a García Márquez, Borges, Lope de Vega, Dickens, Gabriela Mistral, Virginia Woolf, Clementina Suarez, Roberto Sosa, entre muchos otros hombres y mujeres ilustres que son capaces de llevarnos a la maravilla del lenguaje escrito. ¡A leer!
