Los desarrolladores no deben esperar que exista una obligación legal mayor a la actual para actuar, ya que el beneficio en habitabilidad y accesibilidad de los proyectos (plusvalía) puede incluirse en un análisis. Las servidumbres de aguas y eléctricas deben ser utilizadas para paso peatonal. Hemos visto cómo en nuestras colonias los particulares se han ido apropiando de servidumbres, las cuales causan considerables aumentos en la distancia de los recorridos peatonales.
El siguiente componente es el aprovisionamiento de cruces peatonales bien señalizados y abundantes. Cualquier intersección con alto (o semáforo) debe tener un cruce peatonal en el sentido del tránsito. El alto da preferencia tanto a peatones como a vehículos que crucen perpendicularmente. El acompañante natural de esta medida es que los patrones de cruce dejen de ser arbitrarios y se vuelvan más seguros.
En intersecciones principales se necesitan cruces amplios y con semáforo para peatones, solución que resulta más económica que los túneles o puentes. Vea una imagen de la intersección de Shinjuku en Tokio, donde decenas de miles de vehículos y peatones cruzan de una manera segura y ordenada, y la cual carece de túneles o puentes.
En las vías rápidas es imposible resolver sin túneles o puentes. Aquí es importante que existan barreras de canalización peatonal, siendo estas más efectivas en los bordes que en la mediana. Cada desarrollo futuro debe incluir estos puentes, ya que hemos visto que las ampliaciones de vías resultan en la pérdida de la inversión en un puente peatonal, que con un 5-10% de costo adicional pudo haber quedado de la longitud necesaria.
Cada una de estas medidas es más efectiva acompañada de desarrollar una cultura de respeto mutuo entre conductores y peatones.