20/04/2024
07:19 AM

No tengáis miedo

En la biografía de Benedicto XVI que acaba de publicar -de momento solo en alemán- Peter Seewald, el papa emérito afirma que la sociedad laicista que predomina en Occidente está elaborando una especie de credo cuya profesión va a ser obligatoria para todos. El que no lo haga quedará “excomulgado”, aislado, marginado y también perseguido.

Según el pontífice, dos de los artículos de ese “credo” son la aceptación del aborto y del matrimonio homosexual. De hecho, la ONU, en su informe anual sobre Libertad de religión y creencias acaba de afirmar que las religiones en general y la cristiana en particular son enemigas de los derechos humanos porque no aceptan los supuestos “derechos LGBT”.

Los Gobiernos que impulsan ese “credo” laicista han visto en la pandemia una oportunidad única para someter a la Iglesia. La excepcionalidad de las medidas, como ya han advertido varios juristas, podría estar siendo usada para limitar derechos como la libertad de expresión y la libertad de culto. En un pueblo de Galicia, un hombre es denunciado y multado por la Policía tras haber entrado en una iglesia a rezar, estando esta abierta y sin celebración de ningún acto de culto, lo cual está permitido por la ley; el juez archivó la denuncia, porque iba contra derecho, pero lo ocurrido es una muestra de lo que está pasando.

Aunque lo más significativo, quizá, sea lo sucedido en Valencia: el día de la patrona de la ciudad, a propuesta del arzobispo, el cardenal Cañizares, la imagen de la Virgen de los Desamparados fue “asomada” a la puerta del templo, sin tan siquiera pisar el umbral ni cruzar la puerta, mientras afuera, en la plaza, la gente esperaba distribuida a la distancia con mascarillas y guantes; pues bien, por haber hecho eso, el cardenal ha sido denunciado y se pide que caiga sobre él todo el peso de la ley; claro que monseñor Cañizares no se ha dejado intimidar y ha escrito una carta denunciando lo ocurrido y le ha dicho al concejal que le ha denunciado, abierta y claramente, que es un mentiroso, a la vez que le compara nada menos que con Nerón.