27/04/2024
12:50 AM

Niña hondureña

Elisa M. Pineda

Dentro de muy poco estaremos conmemorando el Día de la Mujer Hondureña, el 25 de enero, una fecha que puede ser tomada con profundidad o de manera ligera y festiva.

Quizás nos movamos entre ambos extremos, porque precisamente somos una mezcla de todo, una especie de obra ecléctica que no es fácil describir.

¿Qué les diríamos a las niñas hondureñas en esta fecha, que pueda servirles para su propia transformación en mujeres? Pensé en mi propia hija y lo que quisiera que ella guarde para su camino de vida.

A mi niña, que es hondureña, algo que de alguna manera la coloca en circunstancias especiales, le diría algo más o menos así:

Mi pequeña niña, te transformarás paso a paso en una mujer, encontrando en el proceso muchas personas, situaciones, palabras e historias que hagan de ti la persona que estás destinada a ser.

Encontrarás a quienes sumen a tu vida, otras que resten. Aquellos que te señalen porque tus ideas y opiniones no son las que esperan. Tendrás que convivir con quienes te pongan límites, que te juzguen por cómo luces, por lo que eres y sobre todo, por lo que te falta.

Habrá estereotipos que te acompañen siempre, los que subrayan la delicadeza, la dulzura y la belleza de acuerdo con ciertos cánones.

Encontrarás quien se ría de tus sueños, pero también de quien te apoye y motive a realizarlos. También encontrarás personas que respeten tu propia forma de ser y de pensar, de aspirar a no ser una princesa, sino una mujer fuerte e independiente. Estará en ti reconocer que merece atención.

Sin duda tratarás con personas que te señalen lo que aún no cumples, en cada etapa de tu vida. Desde las cosas más absurdas, hasta aquellas que pueden herir el corazón. Debes saber que la vida no es una línea recta, sino una consecución de momentos que se asemeja más a un mosaico. Aprende a disfrutar cada uno.

Deberás aprender también que quienes te aman se acercarán a ti con la intención de protegerte, no para cortar tus alas, sino para que aprendas como volar más alto. Que si bien tienes la libertad de elegir como vestirte y actuar, debes saber que vives en uno de los países más inseguros para las mujeres en Latinoamérica y eso te condiciona aunque no quieras.

También tendrás que aprender que para hacer valer tu voz deberás estar dispuesta a ser fuerte, a escuchar detractores no solamente hombres, sino también mujeres criadas en un ambiente machista, que aún piensan que hay espacios vedados para todas.

Mi pequeña niña, tendrás que aprender que ser mujer en un país como el nuestro es un riesgo constante y que el compromiso de cambiar esa situación aún no parece estar en camino de cumplirse.

Aprenderás a valorar la lucha de las mujeres que llegaron aquí antes de ti, a inspirarte en ellas, a buscar seguir su legado, a estudiar y trabajar inteligentemente. A ser muchísimo más que una muñequita para admirar, a ser una voz a tomar en cuenta. Deseo que encuentres siempre aquí, en tu país, el lugar donde seas lo que quieras ser. Para ti y para todas las niñas de Honduras.

las columnas de LP