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Mentiroso, mentiroso

  • 21 mayo 2023 / 16:44 PM /
Emy James

El diario inglés Daily Mail hizo una interesante encuesta sobre la mentira, sus implicaciones y sobre los mentirosos, mentirosos.

El tema es de lo más complejo y controversial porque así como hay gente muy sabia como Platón, que la defiende en “La república”, argumentando que la mentira está perfectamente justificada si esta busca un fin noble (él la llama entonces, una mentira útil y la distingue de otra mentira que no estaría en cambio para nada justificada; la mentira que tiene un propósito innoble y meramente engañador), y están otros no menos sabios como George Bernard Shaw, que advierte los castigos que se dejan caer sobre el mentiroso, y el principal dice este célebre dramaturgo y periodista irlandés, no es para nada que nadie le crea, sino que el mentiroso precisamente por serlo, es incapaz de creer en nadie.

Desde luego que la peor mentira debe ser esa que uno se dice a uno mismo. El autoengaño es pernicioso a más no poder y me gusta mucho una analogía utilizada por Walter Riso en una entrevista ofrecida por él hace algunos años. En ella, este prestigioso psicólogo y autor nos dice que el autoengaño funciona como las termitas; entonces, uno está sentado tranquilamente en su casa que es de una madera hermosa y de repente ... ¡se cayó la casa! Las termitas se comían la casa y uno no lo sabía, era ignorante y es así como se nos desmorona todo, por no prestar atención a lo que sucede dentro e insistir en que “todo está bien”.

Pero volviendo a la mencionada encuesta, resulta que las personas mentimos en promedio, ¡200 veces al día! Así mismo es.

Cuando se escucha o se lee esto así de golpe uno no se lo puede creer y entra en total negación, pero yo le invito que a partir del día de mañana y desde muy temprano se autoobserve y comience a contar una por una esas “pequeñitas e insignificantes mentiritas” y desde luego las más grandes y relevantes que usted dice desde el momento en que se levanta, saluda, toma el teléfono, sale a la calle, llega al trabajo, a la escuela, al supermercado etc.

Aparentemente y según los encuestados las mentiras más frecuentes que utilizamos son: “estoy en el tráfico”, “te llamo en un minuto”, “me quedé sin carga”, “lo haré en un momento”. ¡Solo en un saludo podríamos mentir, hasta veinte veces! ¿Ejemplos? “Estoy muy bien”, “qué bueno verte”, “no has cambiado nada”, “no ando plata encima”. Cierto, ¿no?

Pamela Meyer, autora de “Lo que la gente quiere oír”, asegura que una gran mayoría de nuestras mentiras tiene como objetivo no hacer sentir mal al otro: “Te he tenido en la mente”, “estaba por llamarte” o, “claro que te amo”. ¿Qué tal?

Bien lo dice el gran Sabina: “Le dibujaba un mundo real, no uno de color de rosa, pero ella solo quería escuchar mentiras piadosas”.