Mejor para gobernar a Honduras

Renato Álvarez -- con ingenuidad-- se ha preguntado quién es la persona “más inteligente” entre los candidatos presidenciales.

Renato Álvarez -- con ingenuidad-- se ha preguntado quién es la persona “más inteligente” entre los candidatos presidenciales, insinuando que esta es la cualidad mayor para gobernar a Honduras.

Partiendo del análisis de los gobernantes que hemos tenido, -- todos o casi todos-- han sido muy inteligentes. Por los resultados concluimos que, además de inteligencia hacen falta otras virtudes en la persona idónea para gobernar a Honduras en este momento crítico.

Roberto Vallejo, educador y compañero de muchos años, nos ha escrito reaccionando ante el atrevido juicio del presentador televisivo que ha escogido a Rixi Moncada como “la más inteligente”: “Pienso que para ser un buen gobernante no basta con ser inteligente, faltan otros atributos como sentimientos, empatía, solidaridad, espíritu de servicio público. No tengo duda de la inteligencia de Trump y de Hitler, pero por su condición de hijos del diablo, ya vemos su comportamiento con los otros seres humanos. Igual nos puede pasar aquí con esta pequeña bruja, malvada, insensible. También, hija del demonio”.

Cuando tenemos un problema buscamos la ayuda idónea. En esta hora necesitamos más que “inteligentes”. Idóneos. Por lo que las comparaciones tienen que hacerse desde el problema y no desde quien aparentemente se ofrece para resolverlo.

El país atraviesa la mayor crisis de su historia. No solo por lo que hemos dejado de hacer, sino que porque el atraso, ha provocado que los entornos mundiales hayan cambiado y las exigencias son ahora mayores: y porque hace falta una enorme fuerza y capacidad para unir las voluntades de todos.

Los problemas no son problemas familiares - aunque los de los Zelaya son monumentales - sino que de todos: el aparato productivo no funciona; el sistema educativo no da los recursos competentes para enfrentar los retos de la cuarta revolución industrial; la red de servicios internos - fuera de la telefonía celular -están fuera de competencia centroamericana; y las habilidades de los hondureños para competir con el mundo son de las más baja de la región, solo comparables con Haití y Nicaragua.

Los mercados mundiales están exigiendo productos y servicios que no tenemos. Nuestras exportaciones que en el pasado nos dieron éxito - el banano especialmente - han sido suicidamente abandonadas. La participación en café es muy frágil e inestable, sin mano de obra, incluso, para cosecharlo; y baja capacidad para transformarlo.

Vallejo tiene razón. Al margen de la inteligencia que tenga Moncada - los expertos hablan de 7 inteligencias - se nos ocurre anticipar los requerimientos mínimos de la persona que tendrá la gran tarea de dirigirnos después de los gobiernos deficientes de JOH y de Xiomara.

Debe tener capacidad de gestión y administración pública exitosa. Habilidades políticas y diplomáticas para construir consensos en una sociedad polarizada por el odio fomentado por Mel y su gobierno. Disposición para negociar con diferentes sectores, sin amenazar a ninguno porque todos son útiles y necesarios en este momento.

Habilidad para manejar relaciones internacionales confiables, en circunstancias en que la derecha domina los Estados Unidos, nuestro principal aliado. Y por supuesto capacidad de liderazgo, fuerte, confiable pero incluyente, de modo que todos seamos vistos como necesarios y que el líder quiera representarnos. Y por supuesto, compromiso con el Estado de Derecho, la Democracia y la Paz.

Necesitamos que no “huela” a Mel. Que nos dispense más cariño que Xiomara. Que no hable con los animales como Carlos Flores. Que no nos vea como enemigos como Moncada. Reformista como Villeda Morales. Que asegure que no nos engañará. Que dará su vida para animar el desarrollo, derrotar la pobreza para vivir mejor, más seguros, -- en paz--, con más recursos. Y gozando del mayor respeto mundial.

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