17/01/2025
12:35 PM

Las eternas “mordidas”

Renán Martínez

La extorsión no solamente la ejercen miembros de una organización criminal como las maras, sino también personas revestidas de alguna autoridad que usan diferentes argucias para cometer el ilícito. Los ejemplos abundan.

Sergio, un pequeño comerciante, fue en su vehículo a dejar a un pariente a la terminal de buses de San Pedro Sula y cuando lo estaba bajando, apareció un agente de Tránsito diciéndole que estaba mal estacionado. Por más que Sergio le explicó que solamente estaba bajando a su pariente, el policía insistió en que había cometido una falta, pero que podían llegar a un arreglo. Adivinando lo que el policía pretendía, Sergio le aseguró que no portaba mucho dinero en sus bolsillos. “Pero si andás tarjeta de crédito podemos ir a un cajero automático a retirar quinientos lempiras”, respondió el agente, al tiempo que le ordenaba bajarse del carro para ir a realizar la transacción. Sin embargo, al ver que Sergio se negaba rotundamente a acceder a sus pretensiones, optó por dejarlo que se fuera.

Al ejecutivo de una casa de apuestas, Jaime López, no le fue tan bien como al pequeño comerciante. Manejaba, en vías de trabajo, por la carretera del sur, hacia el estadio de Choluteca cuando lo siguió un patrullero de Tránsito porque había rebasado a una rastra lenta, en línea continua. López aceptó la falta y pidió al agente que le hiciera la esquela, pero el uniformado insistió en que le diera una coima para dispensar la infracción. Entonces el ejecutivo tomó su teléfono celular para comunicarse con un oficial amigo y denunciar la arbitrariedad. Ante esto el agente se apresuró a llenar la esquela para evitar ser delatado. Resulta que cuando López fue a pagar la multa le dijeron que después le entregarían la licencia, pues no la hallaban. Hasta la fecha el documento no ha aparecido.

Pero las “mordidas” más grandes se dan en dependencias gubernamentales y municipales. “Allí no te mueven un trámite si no soltás el billete”, me comentó una dama anónima que administra proyectos de construcción. La vez pasada llamó desde San Pedro Sula a la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) en Tegucigalpa para preguntar por un estudio, en trámite, sobre impacto al medio ambiente. La persona al otro lado de la línea contestó que solo faltaba enviar a los inspectores y no lo hacían porque no habían sido aprobados los viáticos, pero que si ella los aportaba, eso se resolvería de inmediato.