Los desacuerdos que surgen entre las parejas sobre el manejo del dinero pueden llegar a deteriorar las relaciones matrimoniales, pues está comprobado que uno de los puntos que siempre determinan la buena marcha de un matrimonio es la economía. A los habituales conflictos sobre quién se queda con los hijos, cuánto será la pensión que se les dará o quién se queda con la casa; conflictos que se enfrentaban siempre al final del idilio de amor, hoy se tienen que enfrentar al inicio del matrimonio, lo que no deja de ser traumático de inicio para cualquier matrimonio. Definitivamente la economía de la pareja se ve alterada luego de un proceso de divorcio, hay hábitos de consumo, de diversión y de inversión que definitivamente no se podrán realizar después del divorcio, pues la economía de ambos se verá seriamente afectada, por lo que los legisladores han decidido que esos traumas que se dejaban para el final sean hoy el plato de entrada de cualquier matrimonio en Honduras. Hay mucha conveniencia para el hombre y la mujer en el matrimonio, pero también hay matrimonios por conveniencia, pues no todos llegan al matrimonio solo con la pluma para firmar, hay quienes cuando llegan al matrimonio ya han recibido bienes como herencias, otros ya son socios de negocios exitosos o tienen negocios propios, ante todo esto la legislación ha optado por dirimir al inicio del matrimonio el régimen económico que dirigirá toda la economía de la futura familia. Es como dejar un poco de lado el sentimentalismo para enfocarnos en cosas más tangibles, pues en el fondo, fuera del plano religioso, el matrimonio es un contrato y un contrato que puede presentar en el camino muchas contradicciones. ¿Qué pasa cuando uno de los esposos ya tenía casa propia cuando llegó al matrimonio? De suceder un divorcio cómo se repartirá este bien, si es que se tiene que repartir. Bueno, todas estas cuestiones que siempre resultan amargas de tratar, ahora se deben definir al no más iniciar el matrimonio. Empero, exigir esta definición para los futuros esposos, puede estar poniendo la primera piedra del futuro divorcio.
Hay quien después de definir cómo se manejará la economía del futuro hogar, comienzan de inmediato a hacer sus previsiones para un futuro divorcio, sin contar la parte sentimental que no deja de verse afectada cuando uno de los cónyuges quiere imponer como sistema de manejo de la economía, el de bienes separados, donde cada quien tiene lo que trajo al matrimonio y tendrá en el futuro bienes a su nombre propio sin tener que compartirlos con la otra persona, es entonces cuando el que no tiene nada no puede evitar preguntarse si el amor no llegó al dinero. Será que la ley lo único que no prevé es la creación de un fondo para el divorcio, pues siempre al final habrá muchas cuentas que pagar por cualquier separación, sin contar lo doloroso y costoso que pueda resultar un divorcio sin acuerdo. Creo que estas nuevas regulaciones del matrimonio que son también reglas del divorcio no son con el objeto de volver calculador el matrimonio, si no de concienciar a los futuros esposos que siempre hay cuentas que pagar, no solo por el divorcio, también con el mismo matrimonio y que es hora de que bajemos un poco de las nubes para poner los pies sobre la tierra, el matrimonio es cuestión de amor pero también cuestión de economía, cualquier decisión que se esté por tomar con respecto a este tema no solo se debe actuar con el corazón, piensa también con la cabeza.