24/04/2024
12:27 AM

Integración frustrada

José Azcona

Un estado unitario (además de un federal) también hubiese sido difícil de constituir a nivel centroamericano. A excepción de Francia, donde el proceso revolucionario fue acompañado de centralización, la ausencia de capacidad del estado y de conciencia nacional hubiese hecho difícil el proceso democráticamente. Por la dispersión y debilidad de la economía tampoco se hubiese podido imponer. Un estado mucho más rico y desarrollado como México, al heredar las tierras del Virreinato de Nueva España, no las pudo mantener íntegras.

Este perdió la mayoría de su territorio (Centroamérica, Tejas independiente, cesión a EE UU), y difícilmente logró mantener unido el resto (se intentó independizar Yucatán por su cuenta, los filibusteros intentaron tomar Baja California y Sonora).

Le costó casi 50 años (1868) tener dominio sobre su territorio y casi de inmediato pasó a un gobierno centralista dictatorial (Porfirio Díaz).La federación cayó porque nunca pudo terminar de nacer (a pesar del mejor esfuerzo de Morazán y Valle), siendo derrotada más que por el regionalismo por la anarquía derivada del atraso e inmadurez.

Siempre quedó el sueño de la federación y se trataba de reconstruir por dos medios distintos: las armas y la política. La unificación política no daba frutos por 2 razones: recelo y falta de fuerza. Los gobiernos existentes no querían ceder su poder a un ente superior, y además carecían de legitimidad para guiar a la nación en un proceso.

Los regímenes de los estados generalmente estaban sustentados en las armas, y tenían muy poco arraigo entre la población.

La forma de unificar por la fuerza era imposible por el balance de números entre los estados, la pobreza, y malas comunicaciones. Con el inicio del siglo XX fue desapareciendo ese camino.