“Éxito es paz mental como resultado directo de la autosatisfacción de saber que uno ha dado lo mejor de sí, para convertirse en lo mejor que es capaz de llegar a convertirse”; John R. Wooden. Para muchos el concepto de éxito tiene una connotación particular y diferenciada, hay quienes dicen que es sinónimo de logros alcanzados, el poder vencer sus propias limitaciones que llevan en su interior. Siempre una persona de éxito tiene que enfrentar los riesgos y temores de tomar decisiones, valora y mide sus decisiones sabiendo el peso de las consecuencias; siempre están en continuo aprendizaje, nunca pierden el tiempo, siempre lo redimen, saben que no es que tan ocupados están, sino que tan productivos son, siempre persisten, resisten e insisten, nunca tiran la toalla, nunca pierden la confianza en sí mismos, no actúan por emociones, sino en convicciones, aprenden del pasado y aplican esas experiencias al presente, conquistando su futuro.
Los resultados de un líder exitoso serán siempre credibilidad, persuaden con su ejemplo, fundamentan su identidad en todo lo que dicen y hacen; rompen paradigmas, derriban miedos, un poder de transformación, saben que hay una respuesta, enfocan sus energías en las oportunidades, les apasionan los desafíos, siempre asumen los riesgos, accionan sin ningún temor o duda, son comprometidos, nunca paran hasta lograr su objetivo, viven el presente, demuestran su valor, enfrentan y saben que la crítica y envidia tocarán la puerta de su vida.
“He visto, asimismo, que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo”. Eclesiastés 4:4 RVR60. Se enfocan en la visión y viven apasionados, crean su propia realidad, salen de la zona de comodidad, disciplinados, dan su vida y logran morir para vivir eternamente, líder de éxito es Jesucristo, impactó tanto que hombres han dado su vida por Él. “Hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo”, Hechos 15:26 RVR60.
