“La paz no se logra en la mesa del consejo o por los tratados, sino en los corazones de los hombres”: Herbert Clark Hoover.
La paz es un regalo para la convivencia necesaria de los pueblos y naciones, con el fin último del progreso conjunto de la humanidad en armonía con su entorno y el medio ambiente.
Es evidente que la paz real en el mundo compete a los seres humanos; a través de la paz interior se puede conseguir la paz exterior y de allí la importancia de la responsabilidad individual, la cual debe crearse en cada individuo, después puede trascender a sus amigos, familiares y la comunidad e impactar cada quien en una atmósfera de pureza que tanto se necesita hoy en la actualidad.
“El Señor le da fuerza a su pueblo; el Señor lo bendice con paz”. Salmo 29:11NTV. Dios no tiene nada de preocupación, Él habita por encima de cualquier inquietud del mundo, habitando en la eternidad, Él gobierna toda realidad en todos sus reinos, edades o épocas.
Dios por naturaleza es paz, es fuerte, inquebrantable, insondable, profunda es esperanza eterna. “Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.
“No dejen de poner en práctica todo lo que aprendieron y recibieron de mí, todo lo que oyeron de mis labios y vieron que hice. Entonces el Dios de paz estará con ustedes”. Filipenses 4:7,9. NTV.
Esa es la paz de Dios, el apóstol Pablo usó término griego y dice cuidará, no es una paz efímera es la figura de un soldado que cuida el portal de sus pensamientos y emociones ya que ambos están entretejidos; a muchas personas los pensamientos les dan dolor de cabeza y otros los sentimientos surgen efecto en el estómago. Paz es el grito de todos.
