San Pedro Sula, Honduras.
De acuerdo al experto en meteorología: Tifones, huracanes y ciclones constituyen el mismo tipo de fenómeno climatológico: son tormentas tropicales, y solo se diferencian por el lugar en el que se producen.
Estos fenómenos se caracterizan porque arrasan con todo lo que está a su paso, con fuertes vientos, lluvias torrenciales e inundaciones. Un tifón es un huracán que se origina en el oeste del Pacífico norte, o sea que es un nombre que se le da para diferenciar su origen.
Muchas veces se piensa que un tifón es más fuerte y destructivo que un huracán del Atlántico o el Caribe, es un error, pero sus características y formas de identificarlos son idénticos. Ambos fenómenos nos recuerdan lo perjudicial que es la naturaleza cuando suelta su furia.
Pero hay veces que el hombre supera a la naturaleza, sobre todo aquellos que padecen de un mal llamado avaricia, que es sinónimo de codicia y ambición desmedida.
En nuestro país todos recordamos el huracán Mitch, aquel maldito fenómeno natural que azotó nuestro país trayendo consigo lágrimas de dolor y luto, pero ¿qué podíamos hacer si fue un designio que la madre naturaleza nos embistiera con tanta furia?
Pero el saqueo del que fue objeto una de las instituciones más nobles y necesarias con las que cuenta nuestro país, como lo es el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), que por años ha sido el organismo que ha atendido a miles de hondureños que día a día requieren de sus servicios que son pagados con las aportaciones del pueblo a través de deducciones mensuales, solo pudo ser obra de gente maldita que sin piedad y misericordia alguna dejó a miles de compatriotas sin la seguridad social que le corresponde por derecho y por ley.
No es posible que en Honduras se hayan parido hijos de esta calaña, que por tener bienes materiales son capaces de falsificar documentos públicos, o prestar sus nombres como testaferros para adquirir bienes con dinero hurtado de las arcas del Estado.
Lo que ocurre en el Seguro Social huele a “TUFO” porque fue provocado por gente podrida en mente y alma. Prevenir un fenómeno climatológico es difícil, pero encontrar a los culpables del saqueo del Instituto Hondureño de Seguridad Social por parte de las autoridades es un deber impostergable.
De acuerdo al experto en meteorología: Tifones, huracanes y ciclones constituyen el mismo tipo de fenómeno climatológico: son tormentas tropicales, y solo se diferencian por el lugar en el que se producen.
Estos fenómenos se caracterizan porque arrasan con todo lo que está a su paso, con fuertes vientos, lluvias torrenciales e inundaciones. Un tifón es un huracán que se origina en el oeste del Pacífico norte, o sea que es un nombre que se le da para diferenciar su origen.
Muchas veces se piensa que un tifón es más fuerte y destructivo que un huracán del Atlántico o el Caribe, es un error, pero sus características y formas de identificarlos son idénticos. Ambos fenómenos nos recuerdan lo perjudicial que es la naturaleza cuando suelta su furia.
Pero hay veces que el hombre supera a la naturaleza, sobre todo aquellos que padecen de un mal llamado avaricia, que es sinónimo de codicia y ambición desmedida.
En nuestro país todos recordamos el huracán Mitch, aquel maldito fenómeno natural que azotó nuestro país trayendo consigo lágrimas de dolor y luto, pero ¿qué podíamos hacer si fue un designio que la madre naturaleza nos embistiera con tanta furia?
Pero el saqueo del que fue objeto una de las instituciones más nobles y necesarias con las que cuenta nuestro país, como lo es el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), que por años ha sido el organismo que ha atendido a miles de hondureños que día a día requieren de sus servicios que son pagados con las aportaciones del pueblo a través de deducciones mensuales, solo pudo ser obra de gente maldita que sin piedad y misericordia alguna dejó a miles de compatriotas sin la seguridad social que le corresponde por derecho y por ley.
No es posible que en Honduras se hayan parido hijos de esta calaña, que por tener bienes materiales son capaces de falsificar documentos públicos, o prestar sus nombres como testaferros para adquirir bienes con dinero hurtado de las arcas del Estado.
Lo que ocurre en el Seguro Social huele a “TUFO” porque fue provocado por gente podrida en mente y alma. Prevenir un fenómeno climatológico es difícil, pero encontrar a los culpables del saqueo del Instituto Hondureño de Seguridad Social por parte de las autoridades es un deber impostergable.
