Pero como era de esperarse, hay líderes de algunos partidos que siempre buscan protagonismo, exhibirse para mantenerse en el pensamiento de los votantes y ser figuras que sobresalgan, artistas natos, y hasta entre los miembros de sus partidos se presentaron diferencias, lógico, cada quien deberá mantener su criterio. Si se va a luchar contra la corrupción, debe darse el ejemplo, no parecerlo.
Esos protagonismos rayan en la ridiculez, ya no sabemos los hondureños de parte de quién están ni a quién obedecen intereses, pero no pueden negar que lo que les interesaba era su cuota de poder dentro del Poder Judicial; sin embargo, no terminamos de entender que somos un pueblo tradicional que a la hora de la hora somos azules o rojos, lastimosamente, y por otro lado quizá no ha surgido un líder que de verdad actúe y resuelva la canasta de problemas que el país enfrenta. Hasta que surja un candidato que de verdad valga la pena seguiremos sumergidos en el tradicionalismo. Pero me gusta la frase del papa Francisco: Díganse las cosas de frente, como los hombres, pero como hombres cristianos, para luego darse el abrazo y continuar. El Papa se lo dijo a Juan para que lo entendiera Pedro. El mensaje va para todos, diferencias siempre ha habido; pero el respeto hay que trabajarlo y aceptar las críticas, sobre todo cuando se es una figura pública.
Así que la alfombra roja para los “óscar” hondureños estará presente, al menos nos hacen el día porque son parte de tema de conversación para algunos. Ahora resulta que habrá boda, todo es un show. Si resulta cierto qué bien, pero si no, qué pena por la joven que se ha prestado para un papel secundario en la telenovela.