Un signo de puntuación que da muchos problemas a los redactores es la coma (,). Se sabe que este signo indica una pausa breve, precedida por una entonación ascendente o descendente, según el contexto. Pero, básicamente, la coma sirve para separar elementos, encerrar aclaraciones y señalar omisiones.
“Tania es bella, tierna y dulce”, vemos que aquí hemos separado adjetivos que califican a esta preciosa dama. Pero la coma también se emplea para separar frases y oraciones en las enumeraciones: “El amor es el principio de todo, la razón de todo, el fin de todo”, “Los poetas sueñan la verdad, los sabios la demuestran, los eruditos la enseñan”. Pero el redactor muchas veces entra en dificultades, como en este caso: “La vida se lleva los minutos, las horas, los días, los años”, donde el último elemento no va precedido por coma porque se deduce que la enumeración continúa. Sin embargo, en “La vida se lleva los minutos, las horas, los días y los años”, el autor da a entender que esa lista está completa al preceder con conjunción “y” el último elemento. Los mismo sucede si el último elemento lleva las conjunciones “ni” u “0”, donde ya no irá la coma: “No llega temprano, no entrega las notas a tiempo, no va a las reuniones de trabajo ni presenta excusas”. Igual sucede con ejemplos como “Puedes llevar tu tarjeta de identidad, tus títulos de educación media o los diplomas afines a tu carrera”.
Pero como ya se dijo, la coma también sirve como un signo aclarador. “En El Mochito, Las Vegas, Santa Bárbara, hay ricos yacimientos de hierro”, aquí se observa que la aldea, el municipio y el departamento van separados por comas; por medio de las comas se distingue que El Mochito es parte de un municipio y este está dentro de un departamento o provincia. El orden lógico de la oración habla de sujeto y predicado, el sujeto puede ser, además de un sintagma nominal breve, un enunciado, en este caso va separado por coma: “Quien te ame, te amará por lo que eres”. Cuando llamamos a alguien, ya sea con vehemencia o sin la misma, encerramos a ese alguien o algo entre comas; ejemplo: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos” (Miguel de Cervantes), donde se nota que la persona llamada es Sancho, este es el vocativo (caso de la declinación, que sirve únicamente para invocar, llamar o nombrar a una persona o cosa| personificada). La coma también encierra expresiones ilativas, esto es frases con conexión lógica entre los conceptos: “Honduras es un país con tantas leyes, pero son muy mal aplicadas”, “Hoy la comunicación es altamente tecnológica; sin embargo, es cuando más solos estamos”, “Ya soy un sexagenario, es decir, tengo sesenta años”. Siendo así, las expresiones ilativas “además, pues, por consiguiente, en consecuencia, sin duda, esto es, o sea”, llevan coma cuando se desea resaltar su carácter incidental y, a la vez, comunicativo.
Por medio de la coma se indica que un modificador se refiere a varias palabras o núcleos y no a los expresados en último término; por ejemplo: “hablé de música y pinturas, famosas” no es lo mismo que “hablé de música y pinturas famosas”, pues en el primer caso, famosas se refiere a “música y pinturas”; en el segundo, solo alude a “pinturas”.