El alcalde Roberto Contreras está demostrando saber administrar las finanzas y la adecuada función del personal de la alcaldía.
Uno de los principales actos de corrupción administrativa ha sido la supernumeraria planilla de empleados y el desorden del abuso de poder. Las innumerables denuncias, quejas y murmullos silenciosos de la población de San Pedro Sula, durante la administración pasada, siendo alcalde Armando Calidonio, nunca fueron escuchadas por las autoridades edilicias.
Ese abuso de que un funcionario público ande súper protegido con todo un equipo de guardaespaldas, con una caravana de vehículos y casi una veintena de policías municipales resguarden su vivienda, es una burla para el pueblo. Eso pasaba durante la administración de ocho años continuos de la administración nacionalista del exalcalde Calidonio. En sus dos primeros dos meses, el edil Contreras ha comenzado con una administración municipal austera y reducción de los gastos para lograr cumplir con los objetivos de superestructura e infraestructura de la ciudad.
Empezó por no tener salario, sin suntuosidades municipales, abolición de gastos excesivos especialmente de la cúpula municipal, desde millonarias cantidades en viáticos, viajes, compra de celulares y hasta de privilegiadas recargas, combustibles, abuso del uso de los vehículos y pagos inflados entre otros. Calidonio es un capitalino e ingeniero agrónomo, político de oficio del Partido Nacional, que gobernó durante 8 años la alcaldía sampedrana y se frustró en su intentona del tercer mandato. Contreras es un sampedrano, empresario exitoso y político improvisado que con su breve candidatura independiente logró una excelente campaña y en la antesala de las elecciones se unió a Libre y al PSH. Contreras, conocido como el “Pollo”, ojalá que al final de su periodo termine cantando como todo un gallo que supo gobernar la Capital Industrial en un país llamado Honduras.
