28/03/2024
09:29 PM

Confabulados y mareros

Alfredo Haces

La corrupción y el caos han sido los eternos problemas dentro y fuera de los centros penales en Honduras, y donde la confabulación de los privados de libertad, en especial los miembros de maras y pandillas, con autoridades, de acuerdo con el Gobierno de turno, donde hablan el mismo caliche y se entienden con una serie de señales utilizando tanto la mano derecha como la izquierda.

En los últimos períodos de gobierno del Partido Nacional, y en especial en los ocho años del expresidente Juan Orlando Hernández Alvarado, se construyeron las cárceles de máxima seguridad, donde encerraron cualquier cantidad de mareros.

Pero el problema principal no han sido estos miembros de las maras y pandillas, pues están presos, la verdadera complicación la crean las autoridades de cualquier nivel que se confabulan con estos sujetos, tanto para activar adentro como afuera de estas cárceles.

La pregunta del pueblo, ¿quiénes permiten que entren todo tipo de armas, drogas, celulares, entre otros, que van exclusivamente para los jefes de estos grupos de antisociales?

Órdenes de ejecutar prisioneros del interno e igual para mandar a eliminar afuera de estos presidios.

Claro que tienen que buscar alternativas urgentes para poner el orden y el control de estas corrupciones y desórdenes, donde estos mareros, que pareciera que son los verdaderos administradores, gozan de todos los privilegios, de tener su propio menú alimenticio, fiestas y su propia guardia de seguridad. Hay un promedio de 19,584 reos a nivel nacional, entre mareros y “paisas”, que no son de estos grupos.

Según las actuales autoridades, la solución es pasar a estos sujetos de la pandilla MS-13 y M-18 a las cárceles de Morocelí, El Paraíso, y al de Ilama, Santa Bárbara, pero encerrarlos juntamente con los confabulados en un país llamado Honduras.