30/11/2023
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Benedictus (parte uno)

Henry Asterio Rodríguez

El martes 19 de abril de 2005, Joseph Aloisius Cardenal Ratzinger fue elegido como el 265 papa de la historia. Tras 27 años de pontificado del carismático Juan Pablo II, en el segundo día del cónclave y después de cuatro rondas de votaciones, el hasta entonces prefecto de la congregación para la doctrina de la fe se convertía en el primer pontífice del siglo XXI, adoptando el nombre de Benedicto, como el primer papa del siglo XX, Benedicto XV, que dicho sea de paso fue el creador de la provincia eclesiástica de Honduras, el 2 de febrero de 1916, con la bula “Quae rei Sacrae”.

De esta manera, el nuevo papa alemán, quien era conocido como el “panzer cardinal” (el cardenal tanque), por ser el guardián de la ortodoxia católica, quiso relacionar su pontificado al de uno de sus predecesores, quien en palabras de Benedicto XVI “Había guiado a la Iglesia en un periodo atormentado por el primer conflicto mundial. Fue valiente y auténtico profeta de paz y actuó con extrema valentía desde el inicio para evitar el drama de la guerra y después al limitar las nefastas consecuencias”. Joseph Ratzinger nació en Marktl, Baviera, Alemania, 16 de abril de 1927, en donde tuvo una infancia “motzarciana”, como el mismo la ha definido, refiriéndose al contexto de formación humana, cristiana y cultural, fuertemente influenciado por la música de Mozart, el piano y la fuerte fe y devoción de sus padres José y María Ratzinger, quienes en medio del peligro del nacionalismo alemán supieron dar a sus tres hijos (George, María y Joseph) una fuerte fe católica.

Su infancia idílica en la Baviera alemana se vio truncada por la instauración del nazismo, fue allí en medio de la prueba en donde su conciencia eclesial e identidad cristiana le mantuvo firme en sus creencias y convicciones, a pesar de haber sido obligado a enrolarse en el Ejército como auxiliar antiaéreo.

Con tan solo 19 años comienza sus estudios filosóficos y teológicos fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951, tan solo un año después comenzó a dar clases en la Escuela superior de Freising. En 1953 recibiría el doctorado en Teología y para 1957, tras una controvertida disertación sobre “La teología de la historia de San Buenaventura, recibió la habilitación para la enseñanza. Sería profesor en Freising, Bona, Münster y Tubinga.

Su fama como teólogo quedó confirmada durante el concilio Vaticano II (1962-1965), al que asistió como consultor del cardenal Joseph Frings, arzobispo de Colonia. Su prodigalidad académica y postura de avanzada teológica le hicieron uno de los peritos más consultados tanto por la conferencia episcopal alemana como por la comisión teológica internacional. Para 1972, junto a los grandes teólogos Hans von Balthasar y Henri de Lubac, funda la revista teológica Communio. Pero toda esto daría un vuelco de 180 grados cuando el 25 de marzo de 1977, el papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Munich y Freising. Y en junio de ese mismo año lo creó cardenal de la Iglesia Católica. Continuará...