02/12/2025
12:01 AM

Bajar
el ritmo

Jibsam Melgares

Norman Vincent Peale cuenta que un día de otoño, él y su esposa emprendieron un viaje en automóvil para visitar a uno de sus hijos. “Le habíamos prometido llegar a las once de la mañana”, relata Peale, “y nos enorgullece la vieja costumbre estadounidense de la puntualidad. Por eso, como íbamos un poco retrasados, recorríamos a toda velocidad el paisaje otoñal”. De pronto, su esposa exclamó: “¿Viste esa cuesta radiante, Norman?”, “‘¿Qué cuesta?’, pregunté. ‘La que acabamos de dejar atrás’”, explicó. Unos momentos después, añadió: “¡Mira qué árbol tan hermoso!”, “‘¿Qué árbol?’ —dije, ya lo habíamos dejado un kilómetro atrás”. Entonces, con una sonrisa serena, ella comentó: “Este es uno de los días más felices de mi vida. ¿Quién habría imaginado que en octubre habría colores tan asombrosos como estos en las laderas? Su comentario me impactó profundamente. Detuve el automóvil y retrocedimos unos 400 metros a pie, hasta un lago enmarcado por colinas cubiertas con los vibrantes colores del otoño. Nos sentamos allí, contemplando el paisaje, y simplemente meditamos. Llegamos a nuestro destino justo a las once, pero no estábamos cansados; al contrario, nos sentíamos renovados”.

En tiempos como estos, cuando el estrés y la tensión parecen dominar cada aspecto de nuestras vidas, es más necesario que nunca bajar el ritmo, detenernos y reflexionar sobre el rumbo que llevamos. La palabra “reflexión”, en su sentido etimológico, significa “doblarse hacia atrás”.

Esta idea nos invita a tomar distancia para ganar perspectiva y ajustar nuestro camino hacia el futuro. Sócrates lo expresa muy bien: “Una vida que no se reflexiona no merece ser vivida”. ¿Por qué? Félix Ortiz nos ofrece una respuesta clara: “Si pasamos por la vida sin detenernos a reflexionar, perderemos una gran parte de lo bueno y positivo que tiene para ofrecernos. Sin pausa, no hay posibilidad de reflexión; sin reflexión, no habrá autoevaluación; y sin autoevaluación, no podremos introducir los cambios necesarios para darle un giro positivo a nuestra vida, optimizando nuestro tiempo y nuestras prioridades”.

Que este fin de año sea una oportunidad para desacelerar, mirar hacia atrás y evaluar qué ajustes debemos realizar para que el 2025 sea un año lleno de propósito, renovación y crecimiento.