19/04/2024
09:50 AM

Apoyo patronal a la educación

José Azcona

La educación continua, ya sea a través de un mayor grado académico o formación complementaria, es en interés de las personas, las empresas, y la economía en general. Es en interés de cada quien continuar aprendiendo nuevas cosas, tanto de su carrera como en otras áreas, para el crecimiento laboral y personal. Las empresas se benefician del servicio de personas más productivas y eficientes, que tienen más flexibilidad para asumir funciones nuevas u operar autónomamente. Y, por último, la riqueza da sociedad en general no es más que la suma de las capacidades de todos sus integrantes.

Las empresas o empleadores pueden jugar un papel importante en impulsar la educación de quienes laboran en ellas, según nuestra experiencia y estudio. La colaboración entre el empleado y la empresa, si se toman algunas consideraciones (algunas de las cuales he podido participar en implementar y visto en la práctica) el ejercicio puede ser muy beneficioso para ambos.

El mayor desafío para la empresa es como poder erogar recursos económicos para la educación que recibirá directamente un particular, y que lo hará más atractivo en el mercado laboral, sin sufrir una posible pérdida. Por tanto, debe haber un mecanismo que obligue al cumplimiento de parte del empleado de las condiciones del contrato.

El empleado puede temer por su estabilidad laboral, siendo reacio a invertir sus ahorros u obtener un préstamo si no tiene certeza de conservar su empleo. Esto este ligado a que por condiciones de liquidez (descontando el riesgo de estabilidad futura), esté limitado en acceder a estos recursos. Recordemos, además, que muchas veces el acceso al financiamiento, o las buenas condiciones para el mismo, son limitadas. Por tanto se requiere el apoyo patronal, enfocado y directo.