07/12/2025
05:21 PM

Año Viejo y Año Nuevo

Alfredo Haces

Estamos a tres días para que se vaya el Año Viejo de 2024. Cuántas cosas malas nos dejaron esos 12 meses. Seres queridos que partieron para siempre y los que emigraron para cualquier lugar fuera del país, accidentes de todo tipo, como los provocados por el licor y la pólvora, que quitó vidas y dejó cuerpos mutilados, especialmente de menores de edad, y lo bueno, la celebración cristiana del nacimiento del niño Jesús.

A escasos días para el año nuevo de 2025, de nosotros depende que lo recibamos bien, pues el 24 y 31 de diciembre son días lamentables, trágicos que dejan muchas muertes, entre las causas principales la violencia, mezclar alcohol y gasolina, y por seguir quemando pólvora.

Hay diferencias de las personas que fallecen en esas fechas por el llamado del Señor, y que sus parientes viven esa gran experiencia de luto y tristeza en esa fecha navideña y del despido de año que se va con sus seres queridos.

Momento de reflexión, pensamiento y acción, para que sepamos celebrar la despedida de un Año Viejo, que ya no importa tanto si fue bueno o malo, pero sí saber disfrutar de la mejor manera la bienvenida de un año nuevo en ambiente familiar y de amistad, con felicitaciones y abrazos sobrios.

Y enseñarles a los niños, en esa segunda celebración del 31 de diciembre, que por la quema de pólvora --como el peligroso “tumbacasas”-- muchos menores de edad perdieron especialmente manos y deditos, y ahora les toca estar internados en los hospitales públicos junto a sus padres, que muchos de ellos les compraron esos letales explosivos porque andaban ebrios.

Algún diputado debería de mocionar en la primera sesión del nuevo año la prohibición de producción, comercialización y quema de pólvora en un país llamado Honduras.