The New York Times
Por: Genevieve Glatsky/The New York Times
BOGOTÁ, Colombia — Nicolás Maduro, el Presidente autócrata de Venezuela, ha aplastado a la Oposición, encarcelado a jueces y políticos, e incluso arrestado a ciudadanos estadounidenses para usarlos como palanca en negociaciones internacionales.
Ahora, va tras una profesión que normalmente no se ha considerado riesgosa en Venezuela: los economistas.
Los expertos afirman que el Gobierno busca controlar la narrativa en torno a la creciente crisis financiera venezolana atacando a expertos independientes que comparten datos sobre la economía.
Aproximadamente dos docenas de economistas involucrados en la publicación de datos financieros han sido detenidos en los últimos dos meses, reporta una organización de derechos humanos y el Gobierno venezolano.
“Es esencialmente una política de dispararle al mensajero”, dijo Phil Gunson, analista del International Crisis Group.
El Banco Central de Venezuela tiene años de no publicar datos confiables sobre indicadores clave como la inflación, dejando a los economistas la tarea de llenar los vacíos.
Entre los economistas detenidos se encuentra el ex Ministro de Hacienda y profesor de economía, Rodrigo Cabezas, de 69 años, quien ha criticado las políticas económicas de Maduro. Su hija, Rodna Cabezas, afirmó que lo sacaron de su casa el 3 de junio, añadiendo, “No sabemos a dónde lo llevaron”.
Hiperinflación
La economía venezolana hizo implosión hace una década, impulsada por malos manejos del Gobierno y perjudicada por las sanciones estadounidenses.
A medida que la hiperinflación se disparó al 300 mil por ciento y la moneda local, el bolívar, se depreció rápidamente, los venezolanos comenzaron a ahorrar en dólares estadounidenses.
El Banco Central de Venezuela establece un tipo de cambio oficial para el bolívar, pero la mayoría de la gente confía en un tipo de cambio extraoficial llamado dólar paralelo, publicado por sitios web como Monitor Dólar, que refleja el precio de venta del dólar en la calle.
El tipo de cambio oficial a menudo ha hecho que el bolívar parezca ligeramente más fuerte de lo que es, creando una imagen más favorable de la economía. Pero la inflación está aumentando, dicen los analistas, causando que el bolívar pierda valor y dejando a los venezolanos que cobran en la moneda local batallando por cambiarla por dólares.
Gunson dijo que el Gobierno cree poder evitar que el bolívar se devalúe silenciando a personas como los economistas que reportan sobre el tipo de cambio extraoficial.
Los expertos afirman que la represión contra los economistas refleja una estrategia más amplia del gobierno de Maduro para suprimir datos y silenciar la disidencia.
La situación de Cabezas y de otro economista que sigue desaparecido es una historia familiar para los activistas.
“Hoy nada nos sorprende”, afirmó Gunson. “Parece que ya no hay reglas. La ley, la Constitución, ya nada cuenta”.
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