The New York Times
Por: Gabe Castro-Root/The New York Times
De repente, los pasajeros de aerolíneas en todo el mundo se preguntan si el asiento 11A tiene algo de especial.
Ahí estaba sentado Viswash Kumar Ramesh, de 38 años, el único sobreviviente del Boeing 787-8 de Air India que se estrelló el mes pasado tras despegar en Ahmedabad, India. ¿Le salvó la vida la ubicación de su asiento?
Probablemente no, dicen expertos en aviación. No hay nada que haga que ese o cualquier otro asiento sea más seguro que cualquier otro en un avión y añadieron que, por lo general, no vale la pena intentar ganarle al peligro al elegir dónde sentarse en un vuelo.
“Si estás en un accidente, ninguna apuesta vale”, dijo Jeff Guzzetti, ex investigador de accidentes de la Administración Federal de Aviación de EU y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte. “Así que elige el asiento que prefieras para sentirte cómodo”.
Aunque la creencia popular dice que la parte trasera de un avión puede ser más segura, esa teoría supone erróneamente que la parte delantera de un avión siempre impactará primero en un accidente, dijo Guzzetti, agregando, “Simplemente no se puede predecir la dinámica de un choque”.
Las aerolíneas utilizan diferentes configuraciones para aeronaves diferentes. En ese vuelo de Air India, el asiento 11A estaba en una fila de salida de emergencia del lado izquierdo, de acuerdo con un mapa de asientos en SeatGuru. Sentarse cerca de una salida de emergencia puede permitir a los pasajeros escapar más rápidamente en algunas circunstancias, pero Ramesh declaró a la emisora estatal de India que el lado derecho del avión quedó “aplastado contra una pared”, impidiendo que cualquier otra persona que hubiera sobrevivido al impacto inicial pudiera escapar por la salida de ese lado.
Shawn Pruchnicki, ex investigador de accidentes de la Asociación de Pilotos de Aerolíneas y profesor adjunto de seguridad aérea en la Universidad Estatal de Ohio, dijo que la supervivencia de Ramesh fue “vil suerte”.
“En este tipo de accidentes, la gente simplemente no sobrevive tan cerca del frente, tan cerca del combustible”, dijo Pruchnicki, refiriéndose al hecho de que los tanques de combustible en un Boeing 787 están principalmente en las alas y en el fuselaje entre ellas.
Dicen expertos que volar sigue siendo seguro y que los accidentes siguen siendo muy inusuales.
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