Por: Kenneth Chang/The New York Times
CERRO PACHÓN, Chile — Los escaneos del cielo nocturno realizados por el Observatorio Vera C. Rubin, en Chile, ayudarán a hacer de la Tierra un lugar más seguro, detectando asteroides potencialmente peligrosos que hasta ahora han eludido la detección.
Hay más de un millón de asteroides. La mayoría se encuentra en el cinturón entre las órbitas de Marte y Júpiter. Sin embargo, algunas de esas rocas espaciales se han desviado a trayectorias que podrían cruzarse con nuestro planeta.
Los astrónomos están seguros de que no hay nada del tamaño del asteroide de 9.5 kilómetros de ancho que extinguió a los dinosaurios que presente un peligro de colisión con la Tierra en un futuro próximo. Pero en el caso de asteroides más pequeños, no están tan seguros.
Se estima que hay 25 mil asteroides cercanos a la Tierra de al menos 140 metros de ancho —lo suficientemente grandes— como para destruir una ciudad, y sólo se ha encontrado el 44 por ciento de ellos.
Cinturón de asteroides
Al final de la investigación de una década por el Rubin, la cifra debería alcanzar el 70 por ciento, dice Mario Juric, profesor de astronomía en la Universidad de Washington y líder del equipo que desarrolla la estrategia de Rubin para encontrar asteroides, cometas y otros objetos del sistema solar. La técnica aprovecha el hecho de que los objetos dentro del sistema solar se mueven con bastante rapidez.
“La idea es observar la misma zona del cielo, dos veces cada noche en un periodo de unos 20 minutos”, explicó Juric. “Durante esos 20 minutos, las estrellas permanecen donde están. Los asteroides se desplazan ligeramente”.
Este ligero desplazamiento indica una dirección y una velocidad suficientes para predecir dónde podría estar el asteroide candidato tres noches después. Si no está allí, entonces no era un asteroide. Si lo es, se realiza otra predicción para tres noches después, y si aparece de nuevo, se confirma un descubrimiento auténtico.
La técnica fue probada por primera vez a principios de mayo. Funcionó como se esperaba. “Encontramos unos mil 200 asteroides nuevos”, afirmó Juric.
Observaciones y análisis adicionales elevaron el número de asteroides recién descubiertos a 2 mil 104, incluyendo siete cercanos a la Tierra. Uno de los objetos que detectó el Rubin parecía tener aproximadamente un kilómetro de ancho, y su trayectoria estaría cerca de chocar con la Tierra —pasando a 112 mil 650 kilómetros de la Tierra, o menos de un tercio de la distancia entre la Tierra y la Luna.
“Nos emocionamos y asustamos a la vez”, dijo Juric. Pero ese asteroide resultó ser uno descubierto en un estudio celeste anterior.
Ninguno de los asteroides cercanos a la Tierra se acercará a la Tierra. El resto se encuentra en el cinturón principal de asteroides, lejos de la Tierra.
Un equipo internacional de astrónomos dirigido por Meg Schwamb, científica planetaria en la Queen’s University de Belfast, Irlanda del Norte, predice que el botín del Rubin incluirá 89 mil nuevos asteroides cercanos a la Tierra y 3.7 millones de nuevos asteroides en el cinturón principal. El simple número de objetos que detecte el Rubin ayudará a los científicos planetarios a comprender asteroides más inusuales, ya que el observatorio encontrará más de ellos.
Entre ellos figuran asteroides activos, que, al menos temporalmente, poseen colas de gas y polvo, al igual que los cometas. Los astrónomos actualmente conocen unos 25, dijo Schwamb.
“Parece casi injusto lo bueno que es este telescopio”, dijo Juric.
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