China y Rusia: aliados en público, enemigos en la sombra

Un documento filtrado revela una “tensa y dinámica” batalla de inteligencia en la sombra entre dos naciones aparentemente amigas.

  • 19 de junio de 2025 a las 13:57 -
The New York Times

Por: Jacob Judah, Paul Sonne y Anton Troianovski/The New York Times

En público, el Presidente ruso Vladimir Putin afirma que la creciente amistad de su País con China es inquebrantable —una colaboración estratégica militar y económica que ha entrado en una era dorada.

Pero en los pasillos de Lubyanka, sede del servicio de seguridad nacional ruso, conocido como el FSB, una unidad de inteligencia secreta se refiere a los chinos como “el enemigo”.

Esta unidad, que no ha sido revelada previamente, ha advertido que China representa una seria amenaza para la seguridad rusa. Sus oficiales afirman que Beijing intenta cada vez más reclutar a espías rusos y obtener tecnología militar delicada, a veces atrayendo a científicos rusos descontentos.

Los oficiales de inteligencia afirman que China está espiando las operaciones militares rusas en Ucrania para conocer las armas y la guerra occidentales. Temen que académicos chinos estén sentando las bases para reclamar territorio ruso. Y han advertido que agentes de inteligencia chinos están realizando espionaje en el Ártico empleando empresas mineras y centros de investigación universitarios como fachada.

Las amenazas se exponen en un documento interno de planeación de ocho páginas del FSB, obtenido por The New York Times, que establece prioridades para defenderse del espionaje chino. El documento no tiene fecha, planteando la posibilidad de que se trate de un borrador, aunque parece haber sido redactado a finales del 2023 o principios del 2024.

Amenaza

Ares Leaks, un grupo de ciberdelincuentes, obtuvo el documento, pero no explicó cómo lo hizo. Esto imposibilita una autenticación definitiva, pero The Times compartió el reporte con seis agencias de inteligencia occidentales, y todas lo evaluaron como auténtico. Desde que Rusia invadió Ucrania en el 2022, el nuevo vínculo de Moscú con Beijing ha alterado el equilibrio de poder global.

Esta alianza es una de las relaciones más trascendentales y opacas de la geopolítica moderna.

Rusia ha sobrevivido años de sanciones financieras occidentales tras la invasión, demostrando que muchos políticos y expertos se equivocaron al predecir el colapso de la economía del País. Esta supervivencia se debe en gran medida a China.

China es el mayor cliente del petróleo ruso y le suministra chips informáticos, software y componentes militares esenciales. Cuando las empresas occidentales abandonaron Rusia, las marcas chinas entraron para sustituirlas. Ambos países afirman su deseo de colaborar en un gran número de áreas, como la producción cinematográfica y la construcción de una base en la Luna.

Dmitri S. Peskov, el vocero de Putin, se negó a comentar sobre el memorándum. El Ministerio de Relaciones Exteriores chino no respondió a las solicitudes de comentarios sobre el documento.

En agencia de seguridad rusa, unidad de inteligencia se refiere a los chinos como “el enemigo”. Sede de la agencia en Moscú.

El documento ruso describe una “tensa y dinámica” batalla de inteligencia en la sombra entre dos naciones aparentemente amigas.

Tres días antes de que Putin invadiera Ucrania en el 2022, el FSB aprobó un nuevo programa de contrainteligencia llamado “Entente-4”, revela el documento. El propósito de la iniciativa: evitar que los espías chinos socavaran los intereses rusos.

Rusia estaba desviando casi todos sus recursos militares y de espionaje a Ucrania, a más de 6 mil kilómetros de su frontera con China, y probablemente temía que Beijing intentara aprovecharse de esta distracción.

Desde entonces, dice el documento, el FSB observó precisamente eso. Los agentes de inteligencia chinos intensificaron sus esfuerzos por reclutar a funcionarios, expertos, periodistas y empresarios rusos cercanos al poder en Moscú.

Para contrarrestar esto, el FSB ordenó a sus oficiales interceptar la “amenaza” e “impedir la transferencia de información estratégica importante a los chinos”.

Se ordenó a oficiales que se reunieran personalmente con ciudadanos rusos que colaboran estrechamente con China y les advirtieran que Beijing intentaba aprovecharse de Rusia y obtener investigación científica avanzada, dice el documento.

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El FSB ordenó “la acumulación constante de información sobre usuarios” en la aplicación de mensajería china WeChat. Eso incluía el hackeo de teléfonos de objetivos de espionaje.

La ansiedad respecto a la susceptibilidad de Rusia ante un Beijing cada vez más poderoso domina el memorándum. Pero no está claro qué tan comunes son estas preocupaciones en el establishment ruso. Incluso las naciones aliadas se espían entre sí con regularidad.

“Retomando el viejo dicho, no existen servicios de inteligencia amistosos”, dijo Paul Kolbe, miembro de la Universidad de Harvard, quien estuvo 25 años en la CIA, incluso en Rusia.

Aaron Krolik, Julian E. Barnes y Michael Schwirtz contribuyeron con reportes.

©The New York Times Company 2025

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Staff NYTimes
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