Por: James Wagner/The New York Times
TIJUANA, México — Tijuana tenía migrantes durmiendo en sus parques, albergues llenos de familias y se decía que era el cruce fronterizo terrestre más transitado del hemisferio occidental.
Ahora, los migrantes que intentaban cruzar la puerta de Tijuana al sur de California prácticamente han desaparecido. En una mañana reciente, sólo cinco personas esperaban del lado mexicano del cruce fronterizo.
“La gente no viene”, dijo Lenis Mojica, de 49 años, una migrante venezolana que vive en un albergue aquí desde enero. “Todos se han ido. Nadie más ha llegado”.
Las ciudades mexicanas a lo largo de la frontera han reportado caídas similares en el número de migrantes en los últimos meses, un fenómeno que inició antes de la toma de posesión del Presidente Donald J. Trump, pero que se ha agravado desde que asumió el cargo prometiendo medidas enérgicas contra la inmigración. En abril, agentes fronterizos estadounidenses detuvieron a 8 mil 383 personas en la frontera entre Estados Unidos y México, una cifra inferior a las 129 mil en abril del 2024 y al récord de casi 250 mil en diciembre del 2023.
Albergues vacíos
Funcionarios de la Administración Trump han aclamado esta caída como una victoria. Sin embargo, Trump y sus asesores han mantenido que existe una emergencia en la frontera, y el Presidente dijo recientemente que desplegó a la Guardia Nacional para sofocar las protestas en California y “liberar a Los Ángeles de la Invasión Migratoria”.
Los residentes y los pocos migrantes que permanecen en Tijuana afirmaron no ver evidencia de que alguien intente cruzar la frontera.
“La realidad es esta: no hay migrantes”, dijo José María García, de 58 años, fundador de un albergue a pocas cuadras de Estados Unidos.
Los cruces fronterizos ilegales comenzaron a disminuir durante la Presidencia de Joseph R. Biden Jr., quien impuso restricciones al asilo y México endureció su propia represión contra los migrantes. La caída se acentuó aún más después de que Trump cerró una aplicación que permitía a los migrantes programar citas para solicitar asilo y acceder a Estados Unidos.
Mojica dijo que su cita fue cancelada el mismo día que Trump asumió el cargo. No ha perdido la esperanza de llegar a Estados Unidos y reunirse con sus hijos, quienes ingresaron al País legalmente.
Pero con la inestabilidad económica y política en Venezuela, y con su esposo encontrando trabajo como guardia de seguridad en Tijuana, Mojica ha comenzado a considerar una estancia más prolongada en México.
García indicó que sólo había 50 migrantes en su albergue para 200 personas. Añadió que estaba desconcertado por las recientes declaraciones de Trump.
“Las zonas fronterizas están semivacías”, dijo. “Ya no existe la misma comunidad como para que él diga que hay una invasión en su País”.
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