The New York Times
Por: Clay Risen/The New York Times
BERLÍN — En una lluviosa mañana de mayo, docenas de padres se reunieron cerca de Rüthen, un poblado en el oeste de Alemania, para ver a sus hijos competir en go karts.
Detrás de ellos, flanqueados por dos camiones de suministro color verde oliva, se encontraban reclutadores del Ejército alemán. Los niños subían a los vehículos, seguidos por los reclutadores que evaluaban su interés en unirse algún día a sus filas.
Los niños sonreían. Muchos padres no. “Creo que es terrible que se anuncien con los niños”, dijo Manuel Fleigner, empleado gubernamental. “Nadie quiere a sus hijos en el Ejército”.
Alemania tiene mucho tiempo buscando extinguir el militarismo que alimentó su calamitosa historia durante la Segunda Guerra Mundial. Pero ahora, ante la creciente amenaza de Rusia y la perspectiva de una reducción del apoyo estadounidense, el Gobierno intenta cambiar eso.
En una encuesta realizada en junio por el Instituto Forsa, solo el 17 por ciento de los alemanes afirmó que defendería a su País si fuera atacado.
“Los jóvenes realmente no ven el sentido de arriesgar sus vidas por Alemania”, afirmó Aylin Matlé, miembro del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores.
El problema es tan grave que se anticipa que Boris Pistorius, el Ministro de Defensa, proponga este año una nueva forma de conscripción si Alemania no encuentra suficientes voluntarios. El País se ha comprometido a ampliar su Ejército, o Bundeswehr, a 203 mil reclutas en seis años, contra los aproximadamente 182 mil actuales.
El Ejército alemán llegó a contar con medio millón de efectivos. Pero el Gobierno redujo su número después de la Guerra Fría y de nuevo después de 2011, cuando puso fin a la conscripción. El cierre de bases cerca de las ciudades alejó aún más al Ejército de la conciencia pública.
Para muchos jóvenes alemanes, coger un arma es considerado un anatema. “No es algo que yo pudiera hacer”, dijo Jonas Jentsch, un estudiante que visitó recientemente el stand de la Bundeswehr en una feria tecnológica en Berlín.
Para superar esta resistencia, la Bundeswehr ha enviado soldados a veintenas de eventos locales, como las carreras de Rüthen. También utiliza las redes sociales para contactar a posibles reclutas.
Estos esfuerzos han dado frutos: el año pasado, 51 mil 200 personas solicitaron alistarse, 18.5 por ciento más en comparación con el 2023.
Pero la Bundeswehr sigue reduciéndose debido a un promedio de 20 mil jubilaciones al año. Si el esfuerzo de reclutamiento fracasa, se avecina un posible regreso a la conscripción.
Por ahora, todos los hombres mayores de 18 años deben completar una encuesta que evalúa su aptitud para servir; el Ejército contactará a quienes la aprueben con una oferta de alistamiento.
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