Su construcción se inició en 1961 por iniciativa del gobierno de Alemania del Este, oficialmente República Democrática Alemana, con el propósito de impedir el éxodo masivo de personas hacia la mitad de la ciudad bajo la soberanía de la República Federal de Alemania, en abierta violación al derecho humano de viajar y migrar. Estrechamente vigilado por soldados y perros, esta construcción de hierro, alambrado electrificado y hormigón, fue testigo mudo de la muerte de seres humanos.