Redacción.
Un grupo de misioneros mormones de los Estados Unidos caminaba tranquilo por una favela de Brasil cuando dos hombres armados salieron al paso.
Los malhechores detuvieron la motocicleta a un lado y uno de ellos bajó apuntándolos con un arma de fuego.
El ladrón comenzó a vaciar los bolsillos de sus víctimas hasta que uno de los mormones increíblemente reaccionó, le quitó el arma y después perdió el control al propinarle reiterados golpes.
El acompañante quiso recuperar el arma pero también recibió una golpiza.
Ambos delincuentes huyeron ante la decisión firme del mormón de no dejarse intimidar.
Un grupo de misioneros mormones de los Estados Unidos caminaba tranquilo por una favela de Brasil cuando dos hombres armados salieron al paso.
Los malhechores detuvieron la motocicleta a un lado y uno de ellos bajó apuntándolos con un arma de fuego.
El ladrón comenzó a vaciar los bolsillos de sus víctimas hasta que uno de los mormones increíblemente reaccionó, le quitó el arma y después perdió el control al propinarle reiterados golpes.
El acompañante quiso recuperar el arma pero también recibió una golpiza.
Ambos delincuentes huyeron ante la decisión firme del mormón de no dejarse intimidar.
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