Luego de que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, calificara de “grave” la situación humanitaria de Venezuela, el mandatario socialista Nicolás Maduro se comprometió a asumir con “seriedad” las recomendaciones de la expresidenta chilena.
“Va a haber criterios diferentes, siempre los hay en todos los países, pero le he dicho que puede contar conmigo, como presidente, para tomar con toda la seriedad sus sugerencias, sus recomendaciones y sus propuestas”, señaló Maduro tras despedir a Bachelet en el palacio presidencial de Miraflores.
Acusado por la oposición de violaciones sistemáticas de las garantías fundamentales y de haber sumido al país en el caos económico, el mandatario también garantizó que los responsables de violaciones de derechos humanos serán procesados sin distinción.
700
presos políticos se cuentan en Venezuela, según la ONG Foro Penal. Bachelet le pidió a Maduro la liberación inmediata de estos.
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Bachelet y Maduro sostuvieron una reunión de casi dos horas, luego de que la comisaria se entrevistara con el opositor Juan Guaidó, jefe del Parlamento reconocido como mandatario interino por medio centenar de países liderados por EEUU.
La Alta Comisionada sostuvo que en Venezuela “la situación humanitaria es grave” por lo que la ONU trabaja en un plan con el Gobierno y la sociedad civil para atender las áreas críticas. De acuerdo con la ONU, siete millones de venezolanos requieren atención humanitaria urgente, mientras cuatro millones emigraron desde 2015 por la crisis económica.