Michel Martelly, de 49 años, más conocido en Haití por su nombre artístico “Sweet Micky”, es un cantante popular que, contra toda expectativa, está listo para la segunda vuelta de la elección presidencial prevista para este día.
Después de 20 años de carrera musical, Martelly parece haber tomado el relevo de la estrella mundial del hip hop Wyclef Jean, apartado de la carrera presidencial el pasado agosto por el Consejo Electoral por no haber residido en Haití durante los cinco últimos años.
Arropado por el apoyo de los jóvenes, Sweet Micky, que se autoproclama presidente del “compas”, la música popular de Haití, llevó a cabo una campaña fuerte, acusando a sus principales competidores, a menudo ex responsables gubernamentales, de haber contribuido a hundir al país.
Martelly se ha ganado la simpatía de los barrios pobres de Puerto Príncipe pidiendo trabajo para los jóvenes. “Un joven haitiano tiene que poder trabajar, comprarse un coche y vivir decentemente”, dijo en un debate televisado, donde ironizó sobre los políticos que pese a su formación académica son incapaces de responder a los problemas del país.
Su propuesta
“Yo soy el cambio, y el cambio está ganando las elecciones”, indicó Martelly luego de pedir la anulación de las elecciones presidencial y legislativas del 28 de noviembre pasado. Martelly apenas hizo breves estudios de construcción y comunicación en Estados Unidos, y se ha dedicado principalmente a la música.
Amante de los buenos trajes y de estilo seductor, promete una reforma agraria para relanzar la productividad, y quiere también trabajar por el potencial turístico de Haití. “Sobre todo, hay que empezar concretando el sueño de un sistema de educación y formación de calidad para todas las edades y todos los presupuestos”, señala el candidato en su sitio web.
Su esposa, siempre cerca de él, ha gestionado las finanzas de su carrera.
En respuesta a las críticas que apuntan a su inexperiencia política, Michel Martelly reivindica la llegada de una nueva generación al poder. “No será fácil, pero tener un líder querido, adulado, en el que el pueblo confía, será de gran ayuda”, sostiene Sweet Micky en su página web.
Máxima seguridad
La ex primera dama Mirlande Manigat sólo pudo ocupar por unos pocos meses el palacio presidencial de Haití antes que su marido, Leslie, fuera derrocado en un golpe de Estado en 1988, pero hoy es una candidata para ocupar el sillón presidencial.
Manigat podría ocasionar un terremoto político si logra ser elegida este día como la primera mujer al frente del poder en Haití, aun en medio de las ruinas del palacio presidencial que se destruyó por el terremoto de enero de 2010. La distribución del material electoral en los 1,500 centros de voto de Haití comenzó ayer la cuenta atrás para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y legislativas de mañana, a la que están convocados cerca de cuatro millones de electores.
El operativo de seguridad ronda las 24,000 personas, entre personal militar de la Minustah, Policía Nacional de Haití, Policía de Naciones Unidas y Agentes de Seguridad Electoral.