06/12/2025
09:32 AM

Trump busca desesperado salvar su campaña en segundo debate frente a Clinton

Los candidatos se medirán esta noche en el segundo debate, tras los escándalos de Trump.

Washington, Estados Unidos.

La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, y el republicano Donald Trump afrontan hoy su segundo debate previo a las elecciones de noviembre en EUA, en el que se esforzarán por conquistar a los votantes indecisos para ampliar el pequeño margen que les divide en las encuestas.

En un momento especialmente tenso por la revelación de un vídeo de 2005 en el que Trump hacía comentarios denigrantes sobre las mujeres, los dos candidatos presidenciales debatirán por penúltima vez a las 20.00 hora local (01.00 GMT del lunes) en la Universidad de Washington, en San Luis (Misuri).

El debate durará 90 minutos, sin interrupciones publicitarias, y todas las preguntas provendrán o bien de votantes indecisos de la zona metropolitana de San Luis que han sido seleccionados por la consultora Gallup, o bien de usuarios de distintas redes sociales.

'Habrá unas once o doce preguntas en total, algunas de ellas vendrán de las redes sociales, y otras de los ciudadanos' que estarán físicamente en el debate, explicó a Efe el asesor principal de la Comisión de Debates Presidenciales (CPD) que se encarga de organizar estos encuentros, Peter Eyre.

Ese formato contrasta con el del primer debate, celebrado a finales de septiembre en Nueva York, en el que los candidatos respondían a las preguntas de un único moderador.

Foto: La Prensa

Los partidiarios demócrata se burlan de candidato contrario con estas fotografías.

¿Se pasará de la política al sexo?

“He dicho algunas cosas tontas, pero hay una gran diferencia entre las palabras y las acciones. Bill Clinton de hecho ha abusado de las mujeres y Hillary ha acosado, atacado, avergonzado e intimidado a sus víctimas. Discutiremos más de esto en los próximos días. Nos vemos en el debate”, dice Trump.

Contestar directamente las preguntas de los votantes supone un reto para ambos, porque su forma de hacerlo 'tendrá un impacto más directo en la opinión pública', según aseguró a Efe una experta en comunicación política de la Universidad de Boston, Tammy Vigil.

'A los moderadores frecuentemente se les ignora o se habla por encima de ellos, pero ese comportamiento se considera menos aceptable cuando preguntan los ciudadanos. Aunque los candidatos intentarán insertar en su respuesta el mensaje que tenían planeado, hay más presión para responder a la pregunta del votante', añadió.

Según el diario The Washington Post, Clinton tiene planeado hablar hacia el comienzo del debate sobre los comentarios de Trump sobre las mujeres en el vídeo filtrado este viernes y su relación con la capacidad del magnate para ser presidente.

Aunque Trump se disculpó la madrugada del sábado por el incidente, los líderes más destacados del Partido Republicano han condenado con rotundidad sus palabras, mientras que numerosos legisladores conservadores y nombres históricos de la formación han pedido su dimisión o le han retirado su apoyo.

La ex secretaria de Estado quiere aprovechar la gran audiencia que se espera que tenga este debate para maximizar el impacto de su respuesta al escándalo, al que hasta ahora solo ha reaccionado con un tuit emitido el viernes.

Los moderadores del debate, los periodistas Anderson Cooper y Martha Raddatz, se han encargado de seleccionar las preguntas de las redes sociales y de los votantes indecisos que asistirán al debate.

Un estadio de baloncesto del campus universitario se ha reconvertido en escenario para el debate, en el que Clinton y Trump se sentarán en dos sillas, sin podios, y estarán rodeados de unos 40 votantes indecisos, con alrededor de mil asistentes más contemplándolos desde las gradas.

Foto: La Prensa

Los políticos están en boca de todos los estadounidenses.

Foto: La Prensa

La candidata demócrata Hillary Rodman Clinton se medirá en el segundo debate.


Un Trump desesperado

El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, busca hoy a la desesperada salvar su campaña presidencial, sumida en una profunda crisis, mediante un golpe de efecto en el segundo debate con su rival demócrata, Hillary Clinton.

El magnate inmobiliario llega al careo bajo una enorme presión de su partido, tras la emisión el pasado viernes de un vídeo de 2005 en el que se escucha al multimillonario neoyorquino hacer comentarios sexuales sobre las mujeres con un lenguaje muy vulgar y ofensivo.

Los líderes más destacados del Partido Republicano han condenado con rotundidad las palabras ofensivas de Trump, al tiempo que numerosos legisladores conservadores y nombres históricos de la formación han pedido su dimisión o le han retirado su apoyo.

'¡Basta! Donald Trump no debería ser presidente. Se debería retirar', afirmó en la red social Facebook la carismática ex secretaria de Estado Condoleezza Rice.

Sin embargo, a menos que el candidato republicano renuncie de manera voluntaria, la mayoría de expertos legales coinciden en que resulta muy difícil -si no imposible- para el partido forzarle a dimitir debido a una compleja serie de normas procedimentales.

Con la prepotencia de la que suele hacer gala, el magnate dejó claro este sábado que no abandonará 'en un millón de años' la batalla por la Presidencia de EEUU, en abierto desafío a los críticos de su partido.

'Estoy aquí hasta el final. Oh sí, podemos ganar. Ganaremos. Tenemos un apoyo tremendo. Creo que mucha gente subestima lo leales que son mis seguidores', declaró Trump al diario 'The New York Times'.

Una encuesta publicada hoy en EUA, a menos de un mes de las elecciones del 8 de noviembre, parece darle la razón al magnate en cuanto a la fidelidad de sus incondicionales, que desoyen a la dirección del partido.

El sondeo, elaborado este sábado por el diario 'Politico' y la empresa demoscópica Morning Consult entre 1.549 votantes registrados, el 74 por ciento de los entrevistados republicanos respalda a Trump pese al escándalo del vídeo.

Foto: La Prensa

Ambos políticos deberán contestar las preguntas originadas desde las redes sociales.
¿Explicará sobre sus escándalos?

Con todo, ni la reticencia del empresario a tirar la toalla ni el vídeomensaje emitido la madrugada del sábado para disculparse por sus comentarios han sofocado la crisis que azota a su campaña, sin precedentes para un nominado de un gran partido en Estados Unidos.

De ahí la importancia del debate de esta noche, en el que Trump tendrá seguramente que dar explicaciones sobre el escándalo ante millones de telespectadores.

De hecho, Clinton, que ha guardado silencio sobre el escándalo desde el viernes, cuando tildó de 'horror' el vídeo, planea hablar hacia el comienzo del careo sobre los comentarios de Trump y su relación con la capacidad del magnate para ser presidente, reveló al diario The Washington Post un estrecho colaborador de la candidata.

El gobernador de Indiana y candidato a la Vicepresidencia de EEUU, Mike Pence, declaró este sábado que el debate ofrece a su compañero de fórmula la oportunidad de 'mostrar qué hay en su corazón'.

No parece, en cualquier caso, que el choque vaya a convertirse en una contrición total de Trump, a tenor del citado videomensaje, en el que el magnate disparó un dardo al expresidente Bill Clinton por su trato hacia las mujeres y vertió la acusación de que 'Hillary ha atemorizado, atacado, avergonzado e intimidado a sus víctimas'.

El multimillonario abundó este sábado en esa idea al retuitear dos mensajes de Juanita Broaddrick, una mujer que acusa a Bill Clinton de haberla violado en 1978, extremo que ha negado siempre el exmandatario.

'Hillary califica los comentarios de Trump de 'horribles' mientras ella vive con un 'Violador' y le protege. Sus acciones son horribles', asegura Broaddrick, de 73 años, en uno de los mensajes de los que se hace eco el empresario en su cuenta de Twitter.

En el primer debate, celebrado el pasado 26 de septiembre, Trump salió perdedor a ojos de los expertos y las encuestas.

Desde entonces, el magnate ha perdido terreno en los sondeos de intención de voto, que lidera su adversaria demócrata con una ventaja media de más de cuatro puntos, tras enredarse en sus ataques a la ex Miss Universo Alicia Machado, entre otras polémicas que han alcanzado su cenit con el sonado escándalo del vídeo.

Es tarea ardua adivinar la reacción de un candidato tan imprevisible como Trump en su segundo careo con Clinton, pero casi nadie duda de que, como advirtió el estratega demócrata Robert Shrum a 'Politico', 'este debate es a vida o muerte para él'.