Ciudad de México.
Una gigantesca estructura circular dedicada al dios azteca del viento y parte de la cancha donde el conquistador Hernán Cortés apreció por primera vez el ritual juego de la pelota, fueron presentados el miércoles como parte de nuevos hallazgos arqueológicos en pleno centro histórico de Ciudad de México.
Los vestigios a la vista -una gran plataforma semicircular sobre una estructura rectangular aún mayor- permiten deducir las monumentales dimensiones que tuvo el antiguo templo del dios del viento, Ehécatl-Quetzalcóatl, y que los investigadores estiman en 34 metros de largo y unos cuatro de alto.
Los investigadores estiman que la construcción del templo, conocido como la “ Casa del Viento” y que está orientado hacia el adoratorio a Tláloc, dios de la lluvia, tuvo lugar entre 1486 y 1502, cuando la ciudad prehispánica era gobernada por el tlatoani Ahuizotl.
A menos de siete metros y en paralelo al templo, se presentó parte de lo que fue una antigua cancha del juego azteca de pelota, donde se logran ver los restos de una banca y una escalinata. Se estima que el campo debió tener unos 50 metros de longitud. En la zona de la cancha ritual también se descubrió un pequeño pozo de forma ovalada conteniendo 32 juegos de huesos cervicales. Ambos hallazgos se suman al impresionante acerbo de vestigios descubiertos y otros más que permanecen enterrados bajo las actuales calles y edificios del centro histórico.
“El hallazgo que vemos es un nuevo acercamiento al esplendor de la ciudad prehispánica de Tenochtitlan”, destacó la ministra de
Cultura, María Cristina García, en conferencia de prensa.
La funcionaria explicó que ambas estructuras “ocupaban un lugar preponderante en la configuración de la ciudad prehispánica” y en particular de la gran plaza central de la ciudad, un cuadrilátero de entre 480 y 500 metros cada lado, según los expertos del Instituto de Antropología e Historia (INAH).
El descubrimiento, parte del complejo arqueológico del Tempo Mayor, se situaba en el terreno que ocupó luego el antiguo hotel Catedral, dañado por el devastador terremoto de 1985 y cuyos dueños solicitaron la intervención del INAH tras hallar los vestigios.
Una gigantesca estructura circular dedicada al dios azteca del viento y parte de la cancha donde el conquistador Hernán Cortés apreció por primera vez el ritual juego de la pelota, fueron presentados el miércoles como parte de nuevos hallazgos arqueológicos en pleno centro histórico de Ciudad de México.
Los vestigios a la vista -una gran plataforma semicircular sobre una estructura rectangular aún mayor- permiten deducir las monumentales dimensiones que tuvo el antiguo templo del dios del viento, Ehécatl-Quetzalcóatl, y que los investigadores estiman en 34 metros de largo y unos cuatro de alto.
Los investigadores estiman que la construcción del templo, conocido como la “ Casa del Viento” y que está orientado hacia el adoratorio a Tláloc, dios de la lluvia, tuvo lugar entre 1486 y 1502, cuando la ciudad prehispánica era gobernada por el tlatoani Ahuizotl.
| El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma en la conferencia de prensa para anunciar el descubrimiento.
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| Sépalo
El ritual juego de la pelota tuvo además como primer espectador extranjero a Hernán Cortés, quien acudió invitado por el emperador azteca, Moctezuma.
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La funcionaria explicó que ambas estructuras “ocupaban un lugar preponderante en la configuración de la ciudad prehispánica” y en particular de la gran plaza central de la ciudad, un cuadrilátero de entre 480 y 500 metros cada lado, según los expertos del Instituto de Antropología e Historia (INAH).
El descubrimiento, parte del complejo arqueológico del Tempo Mayor, se situaba en el terreno que ocupó luego el antiguo hotel Catedral, dañado por el devastador terremoto de 1985 y cuyos dueños solicitaron la intervención del INAH tras hallar los vestigios.