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Tahití, paraíso tropical digno de Disney

  • 08 julio 2017 /

Tahití es, según afirman en el sitio web estadounidense TripAdvisor, “el rincón más romántico del mundo”.

Los latidos del Océano Pacífico tienen su epicentro en Tahití, la más grande de las islas polinesias, que alberga parte de los secretos y leyendas que inspiraron a Disney para crear el filme de dibujos animados “ Moana”, y un montón de encantos y atracciones.

Tahití, cuya capital es Papeete, pertenece a las Islas de Barlovento, que forman parte del Archipiélago de la Sociedad. El aeropuerto internacional de la zona se encuentra aquí, dispuesto a recibir a todos los viajeros que quieran vivir una aventura paradisíaca entre aguas cristalinas y verdor tropical.

Hasta allí, llegan aviones de distintas partes, recorriendo distancias de 9 horas desde Sidney (Australia), 14 horas y media desde la Ciudad de México, y casi 20 desde Buenos Aires (Argentina).

Cerca de este lejano destino, sus islas hermanas, como Bora Bora o Moorea, suman todavía más belleza a una visita idílica e inolvidable.

La isla reina de la Polinesia Francesa, que sirvió de inspiración para la exitosa película de animación “Moana”, es todo un idílico edén de playas y paisajes naturales que evocarán las delicias de cualquier turista.
Tahití, la isla reina. La agencia de turismo de Tahití (http://www.tahiti-tourisme.es) bautiza a la isla más famosa de la Polinesia Francesa como “la isla reina”. No en vano, ha sido el destino que el mismísimo Obama ha elegido para retirarse a escribir sus memorias, según los medios estadounidenses.

De hecho, tanto el expresidente como su esposa Michelle Obama estuvieron en un yate de lujo, en compañía de la presentadora de televisión Oprah Winfrey, el músico Bruce Springsteen y el actor Tom Hanks.

Pero, ¿qué hace a Tahití un destino tan explorado por celebridades de todo tipo? Sin lugar a dudas, su atmósfera tropical y lejana, que traslada a sus visitantes a un paraíso en mitad del Pacífico, y su variada oferta de actividades.

Por cierto, la belleza de este lugar y el misticismo de sus leyendas han inspirado uno de los últimos éxitos de Disney, “Moana”. Incluso uno de los personajes del filme animado está basado en una deidad tahitiana: “Maui es un personaje real de la mitología de las islas”, dijo Jon Musker, uno de los creativos de la factoría.

La web oficial de turismo explica que se trata de un verdadero reino vegetal, plagado de impresionantes cascadas, espacios volcánicos y lugares sagrados, mientras que en TripAdvisor (www.tripadvisor.es), web especializada en viajes de Estados Unidos, definen la isla como “el rincón más romántico del mundo” y resaltan que es un destino especial por la hospitalidad de su gente, sus danzas y sus flores.

“Es un mundo aparte al que hay que reservar tiempo para descubrir”, prometen por su parte desde la Agencia de Turismo de las islas.
Tahiti-Tourisme recomienda, entre otras atracciones, vivir la experiencia de pasar una noche en un bungalow sobre el mar, asistir a un espectáculo de danzas polinesias típicas del lugar, o practicar buceo.

La isla cuenta con yacimientos arqueológicos para los amantes del turismo cultural, así como con lugares dedicados al arte, como el museo Paul Gauguin, el pintor parisino que dio a conocer al mundo la Polinesia Francesa, y diversos monumentos.

Algunas sugerencias, con altas valoraciones en TripAdvisor, son la Punta de Venus, situada en una playa negra que cuenta con otras construcciones religiosas y estatuas; la catedral de Notre Dame de Papeete; o la tumba de Pomare V, que ofrece unas impresionantes vistas al mar.

Sin embargo, si algo resulta todavía más impresionante que su cultura, es la belleza de sus paisajes. La fantástica excursión de Te Pari o la legendaria ola de Teahupoo, son algunas de las excursiones que proponen en la web oficial de turismo y que, según describen, dejan al visitante sin aliento ante tantas maravillas naturales.

Y es que los escenarios vegetales, ricos en flora y fauna, comparten, además, la presencia de playas de ensueño y montañas a las que la luz dota de bella fosforescencia, como los picos de los montes Orohena y Ahora.



Uno de estos atractivos naturales es el itsmo de Tahití, una franja de agua que une dos orillas de tierra, y que, según describe la agencia turística, es “un mundo aparte”, al que hay que dedicar un tiempo de descubrimiento.

La hospitalidad que prometen, unida a un ambiente festivo y colorido también constituyen de por sí una atracción para cualquiera, pues todo visitante puede sentirse a gusto en el ritmo de vida insular.

Bora Bora, la primera en nacer. La isla de Bora Bora, conocida también como “Pora Pora” o “Pora” es, según la agencia de turismo, “un paraíso terrestre” y, a la vez, “la más conocida de las islas polinesias”.

Cuna de la fiesta tropical, rica en fauna y flora exóticas, prometen que el viajero puede disfrutar, además, de la discreción natural de sus habitantes, lo que lo hace un destino ideal para aquellos con ganas de desconectar, sin perder por ello la diversión propia de unas vacaciones.



Quizá sea, de hecho, la más turística de todas, con una gran oferta de hoteles lujo y gama alta, de los cuales el Four Seaspns Resort es el número uno según los usuarios de TripAdvisors, así como alojamientos de gama media e incluso pensiones y establecimientos familiares de todo tipo.

Se ofrecen incluso playas privadas, como la del Hotel Intercontinental Moana Resort, la del Hotel Edén Beach o la del Sofitel Private Island; mansiones, y piscinas ubicadas sobre la laguna volcánica que, según muchos, es de las más bellas que hay en el mundo.

De hecho, aquí se encuentra uno de los hoteles preferidos por los famosos, el St. Regis Resort, donde Nicole Kidman y Keith Urban pasaron su luna de miel y que también ha sido el destino elegido por Tony Parker y Eva Longoria, según publicó la revista dedicada a los famosos “Hola”,

De nuevo, la posibilidad de dormir en bungalows, en este caso sobre la propia laguna, y las opciones de buceo, viajes en barco, y deportes acuáticos, son las principales atracciones, además de la posibilidad de realizar safaris históricos para descubrir los secretos de la isla.