El gobierno del presidente sirio, Bashar al Asad, anunció ayer que estudia poner fin a la ley sobre el estado de emergencia, vigente desde 1963, tras una semana de protestas contra el régimen en Deraa en las que, según activistas, murieron más de cien personas.
Frente a las manifestaciones que sacuden al país desde el 15 de marzo, las autoridades prometieron además medidas anticorrupción, anunciaron alzas salariales y liberaron a los detenidos en las protestas.
La consejera del presidente Al Asad Busaina Shaaban declaró durante una conferencia de prensa en Damasco que las reivindicaciones de la población son “legítimas”.
“Siria estudiará la anulación de la ley sobre el estado de emergencia” decretada en el país cuando el partido Baas llegó al poder en 1963, afirmó la consejera, refiriéndose a una de las principales demandas de los manifestantes.
Aumento salarial
Añadió que se “establecerán nuevos mecanismos para luchar contra la corrupción”. La agencia de prensa oficial Sana anunció por su parte una subida de hasta el 30% en los salarios de los funcionarios.
En cuanto a las manifestaciones que se suceden desde hoy en Deraa, a 100 km al sur de Damasco, Busaina quiso hacer la distinción entre los habitantes de esta ciudad y “la gente que tiene armas (y) no tiene ninguna reivindicación (y) sólo intenta causar actos violentos”.
Y dijo que se investiga quién está detrás de estas manifestaciones y su posible “financiación extranjera”.
Respecto al número de muertos desde el 15 de marzo, la consejera presidencial dio cuenta de “10” y aseguró que la prensa exagera.
Pero militantes y testigos, contactados por teléfono por la AFP desde Nicosia, aseguran que las fuerzas de seguridad mataron a por lo menos cien personas el miércoles en Deraa.
“Hay seguramente más de 100 muertos y la ciudad necesita una semana para enterrar a sus mártires”, declaró Ayman al Asuad, militante de derechos humanos.
Otro militante afirmó que el número de víctimas mortales en Deraa y las localidades aledañas “superaba los 150”.
Más de 20,000 personas participaron el jueves en los funerales de las víctimas en Deraa, según los militantes.
Las fuerzas de seguridad evacuaron la mezquita Al Omari, que se había convertido en el cuartel general de las protestas en esta ciudad, y tomaron su control, constató la AFP.
Vigilancia
Las calles de Deraa estaban desiertas, pero miles de soldados y de unidades antiterroristas patrullaban la ciudad. Es una “ciudad fantasmal”, describió una residente llamada Amal.
El movimiento de protesta arrancó el 15 de marzo en Siria a raíz de una convocatoria en una página de Facebook bajo el lema “la revolución siria contra Bashar al Asad 2011”.
Esta página llamaba a celebrar manifestaciones hoy en todo el país contra “la injusticia y la represión”.
Paralelamente, varias oenegés internacionales y sirias se hicieron eco de una ola de detenciones, incluidos al joven bloguero Ahmad Hanifa y al periodista Mazen Daruiche.