Irán acusó este jueves a la aviación saudí de haber bombardeado su embajada en Yemen y prohibió la entrada en su territorio de los productos saudíes, un nuevo episodio en la escalada entre ambos países por la ejecución de un clérigo chiita.
Según Teherán, el bombardeo de su embajada es 'una acción deliberada de Arabia Saudí y una violación de todas las convenciones internacionales para proteger las legaciones diplomáticas'.
Arabia Saudí, de mayoría sunita, lidera una coalición árabe que interviene en Yemen para apoyar al presidente Mansur Abd Rabbo Mansur Hadi contra los rebeldes chiitas, apoyados por el Irán chiita.
'El gobierno saudí es responsable de los daños provocados y de la situación de los miembros del personal que resultó herido', dijo el portavoz del ministerio iraní de Exteriores, Hosein Jaber Ansari, citado por la televisión oficial.
'La República de Irán se reserva el derecho de defender sus derechos en este caso', añadió.
En paralelo Irán anunció la prohibición de entrada a su territorio de todos los productos saudíes o procedentes de este país, indicó el gobierno en su web. También se mantiene 'hasta nueva orden' la prohibición a los iraníes de acudir a La Meca para celebrar la llamada Umrah (peregrinación menor).
Arabia Saudí rompió el domingo sus relaciones diplomáticas con Irán tras el ataque de sus embajadas el sábado en Teherán y Machhad.
Los manifestantes protestaban contra la ejecución de un clérigo chita saudí, Nimr al Baqer al Nimr, muy crítico con el poder de Riad, cuya muerte desató la indignación en las comunidades chiitas de varios países de la región.
El gobierno iraní condenó el ataque a la embajada y al consulado saudíes y hubo 40 arrestos pero no fue suficiente para calmar a Arabia Saudí. AFP