24/11/2025
11:30 AM

Presidente del Congreso brasileño enfrenta juicio político

  • 15 diciembre 2015 /

Río de Janeiro, Brasil.

Hace dos semanas, el presidente del Congreso de Brasil, Eduardo Cunha, aprobó iniciar un juicio político en contra de la presidenta Dilma Rousseff que fue suspendido por la corte mientras se investiga a la comisión especial de diputados que se encargará de estudiar el caso contra la mandataria.

Sin embargo, ayer el Congreso de Brasil decidió abrir una investigación contra el propio Cunha, que además es un archienemigo de Rousseff, y quien ahora podría perder su mandato por ocultar cuentas en Suiza relacionadas al caso de corrupción en Petrobras.

En el marco de esa causa, Cunha fue acusado por la Fiscalía de cobrar un soborno de cinco millones de dólares.

La decisión del Consejo, que fue postergada al menos siete veces por maniobras de legisladores afines a Cunha, ocurrió un par de horas después de que la Policía Federal allanó la residencia del jefe de Diputados para “evitar que pruebas importantes sean destruidas”.

Cunha, un poderoso legislador evangélico que declaró la guerra al Gobierno tras asumir la presidencia de Diputados, ha reiterado que no renunciará a su puesto y se declara inocente de los cargos que le acusa la Fiscalía y de mentir a sus colegas.

Tras varios meses de expectativa, Cunha aceptó el 2 de diciembre un pedido de impeachment contra Rousseff por maquillaje de las cuentas públicas. La mandataria enfrenta mínimos históricos de popularidad, una economía en recesión y tiene dificultades para articular un Congreso que le es rebelde.

Cunha tendrá 10 días para defenderse ante el Consejo de Ética y en tres meses se dará el veredicto.