Panamá registró este jueves 1,187 casos y 21 nuevas muertes por la COVID-19, que elevaron a 71,418 los contagios confirmados y a 1,574 las defunciones por la enfermedad, transcurridos 151 días de pandemia, informaron las autoridades sanitarias.
El informe del Ministerio de Salud (Minsa) de Panamá señala que hospitalizados hay 1.489, divididos 157 en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y 1.332 en sala general, mientras que en aislamiento domiciliario permanecen 22,071 personas, y otras 626 en hoteles que funcionan provisionalmente como hospitales.
Los test por 100,000 habitantes ascienden a 5,633, con 3,506 en las últimas 24 horas, para una positividad de 34 %.
Hace más de dos meses Panamá, un país de 4.2 millones de habitantes, vive una creciente escalada de casos y en razón de ello las autoridades aseguran que se ha reforzado la estrategia de trazabilidad para cortar la propagación del virus mediante la detección de nuevos casos y el rastreo de sus contactos, sobre todo a nivel comunitario.
En todo el país rige un toque de queda nocturno, en cinco de las diez provincias de Panamá hay una cuarentena total los fines de semana, y en la capital y Panamá Oeste, las de mayor incidencia de la enfermedad, los ciudadanos pueden salir dos horas diarias en función de su género y el número de identidad personal.
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El jefe de la región metropolitana de Salud del Minsa, el doctor Israel Cedeño, explicó este jueves que la pandemia se encuentra 'en fase de transmisión comunitaria activa', si bien, indicó, en algunas áreas del país ha habido una disminución de casos activos de la COVID-19.
Sin embargo, el galeno señaló que 'la curva de casos acumulados sigue aumentando por ser una sumatoria desde el 9 de marzo', cuando se detectó el primer contagio. EFE