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Dejó el seminario y fundó la industria del entretenimiento para adultos en México

  • 11 agosto 2018 /

El mexicano produce unas 150 películas eróticas al año que le dejan ingresos millonarios.

Redacción.

Fernando Deira nació en una tradicional familia católica que vívia en el pueblo Ocotlán ubicado en el estado mexicano de Jalisco. En su juventud sintió el llamado a ser sacerdote y se incribió en el seminario de Guadalajara hasta que un día se dio cuenta que eso no era lo suyo, que el quería viajar.

Y así inició la travesía del mexicano que ahora es el principal empresario del entretenimiento para adultos en México y dueño del sitio de películas para adultos más grande del país y de latinoamérica.

Tras salir del seminario, Deira dejó radicalmente la fe católica y decidió hacerse músico. Había aprendido a tocar la guitarra y se alió con un amigo cuya familia tenía una banda que se dedicaba a tocar en eventos sociales. Siñaba con ser estrella de rock por lo que se trasladó a las playas de Manzanillo, en Colima, junto a la banda para tocar en bares y hoteles.

En ese ambiente conoció a varias modelos y bailarinas con quienes incursionó en el mundo de la fotografía ya que les realizaba sesiones fotográficas con una cámara que le costó 100 pesos.

Empresario

Con ellas comenzó a experimentar la fotografía erótica y lo llevó a participar en concursos dedicados al tema. Con esa experiencia se dio cuenta de que su trabajo le gustaba a la gente por lo que siguió participando hasta que logró ganarse los $500 dólares que ofrecían para el primer lugar.

Con ese dinero compró un libro para aprender a hacer páginas web y en 2004 construyó su primer sitio. Allí publicaba fotos de sus primeras modelos y pronto se convirtió en su principal fuente de ingresos ya que sus ganancias sobrepasaban al salario que le pagaban como músico en un lujoso hotel de Puerto Vallarta.

'Me motivó mucho que a la gente le gustara mi concepto de erotismo para seguir haciéndolo', dijo el mexicano a Vice.com

El inicio de una industria

Para el año 2006, su sitio web inicial ya le generaba ingresos considerables al mexicano por lo que decidió dedicarse de lleno a fundar la industria del entretenimiento erótico en México.

Deira puso manos a la obra y se inscribió en cursos de fotografía, especializándose en foto de retrato y moda, también a cursos de edición de vídeo y manejo de cámaras e, incluso, estudió dirección de cine en la Universidad de Guadalajara.

Empresario 1

Y así, con todos esos conocimientos, lanzó un sitio web con películas eróticas producidas completamente por él y que rápidamente comenzó a popularizarse a través de internet dejándole ganancias muy rentables.

Pero no fue fácil ya que no existía una indistria establecida por lo que conseguir personas que quisieran participar del proyecto era un tanto difícil al principio.

'Caminaba por la calle y si veía una chica guapa, le decía cómo estaba lo que queríamos hacer y si aceptaba, la grabamos, pero casi siempre con un antifaz o algo por el estilo, porque no querían ser reconocidas', recordó.

Sin embargo, los sucriptores aumentaban a diario a pesar de que las chicas usaban el antifaz hasta que llegaron quienes sí permitían mostrar su rostro. Algunas se han convertido en figuras internacionales reconocidas dentro de la industria lo que llena de orgullo a Deira.

Actualmente, el sitio del mexicano cuenta con más de un millón de visitantes mensuales y en su empresa laboran más de 15 personas de tiempo completo, produciendo más de 150 películas anualmente, donde el costo de las producciones puede variar entre los 15 mil pesos hasta los 50 mil.

Empresario 2

Visión artística

A pesar de su gran éxito económico, el mexicano afirma que su misión en realidad es meramente artística y no lucrativa.

'No me interesa ofrecer sexo por sexo, siempre me han gustado las historias, por lo que quiero que hayan personajes y se desarrolle algo entre ellos que los lleve al sexo', comentó Deira.

Para Deira, la historia es lo más importante ya que considera que cualquiera puede grabar a dos personas sosteniendo relaciones sexuales pero que él busca algo que vaya más acorde con sus primeros acercamientos a la pornografía que consistía en la lectura de paquines de sexicomedias populares en los años 80 y 90.

'Así como yo veo a grandes cineastas y fotógrafos, yo quiero que la gente vea y recuerde mi trabajo a partir del empeño que hay en mi obra. Como artista creo que cumplo mi labor y quiero trascender de esta manera', afirmó el mexicano.