El Parlamento venezolano, controlado por la oposición, autorizó este martes enjuiciar al presidente Nicolás Maduro por presunta corrupción en el caso de Odebrecht, una decisión simbólica porque sus actos son considerados nulos por la máxima corte de justicia.
En una sesión en la que la policía militarizada impidió el acceso a la prensa, los opositores acogieron el pedido de antejuicio de mérito hecho por jueces de una corte suprema paralela y en el exilio, que, reunidos el 9 de abril en Bogotá, demandaron también la captura de Maduro.
'Existen méritos suficientes para continuar con el proceso judicial que por hechos de corrupción se le sigue', dice la resolución, aprobada por 105 diputados y rechazada por los únicos dos oficialistas presentes en el plenario.
'Hay piedras que me lanzan y rebotan', ironizó Maduro en cadena de radio y televisión.
Sin mencionar expresamente el juicio, el mandatario socialista nombró entre risas a uno de los parlamentarios opositores más influyentes: 'Y (Henry) Ramos Allup tiene un piedrero'.
Acusado de servir al gobierno, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró al Parlamento en desacato desde que en 2016 la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) asumió 112 de las 167 curules, y anula sistemáticamente sus acuerdos.
Esta es la segunda vez que el Parlamento venezolano emite esta clase de resoluciones contra Maduro, quien no parece afectado por ellas.
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Pero el TSJ subrayó, en un mensaje en Twitter, que 'la dirección, el gobierno y la administración del Poder Judicial' le corresponde de manera exclusiva.
El fiscal general, el chavista Tarek William Saab, aseguró que la decisión legislativa carece de 'legitimidad', y tildó de 'show' y acto 'bufo' la resolución de la corte paralela, cuyos magistrados -dijo- 'son prófugos de la justicia al usurpar funciones'.
Maduro ya enfrentó el año pasado un proceso de antejuicio en el Parlamento, también simbólico, acusado de la debacle socioeconómica del país petrolero, con escasez de alimentos e hiperinflación.
Pese al malestar popular, buscará la reelección en los comicios anticipados del 20 de mayo, desconocidos por países de América y Europa por 'falta de garantías'.