Nelson Mandela regresó ayer a su casa de Johannesburgo, donde seguirá bajo vigilancia médica tras haber estado dos días hospitalizado para ser atendido de una infección respiratoria aguda, tratamiento al que ha respondido muy bien.
El traslado de Mandela se llevó acabo en medio de un fuerte dipositivo de seguridad desde el hospital de Milpark a su casa del lujoso barrio de Houghton de Johannesburgo. En su casa, la familia había preparado el domicilio para su regreso y para que el ex mandatario, de 92 años, de los que pasó 27 en prisión bajo el régimen segregacionista del “apartheid” y que ha sufrido tuberculosis y un cáncer de próstata, pueda seguir bajo control médico.
El nieto mayor de Mandela, Mandla Mandela, en una rueda de prensa celebrada en el hospital de Milpark pocos minutos antes de la salida de su abuelo, aseguró que, durante el tiempo que ha estado ingresado, la familia no ha sufrido “ansiedad” y le “hemos dado siempre nuestro apoyo”.
Mandela, dijo su nieto, “continúa mostrando su sentido del humor. Él siempre tiene un gran sentido del humor”, al tiempo que agradecía a todos los sudafricanos y a todo el mundo el apoyo y el cariño que han mostrado al que fue primer Presidente negro de Sudáfrica, tras la caída del apartheid y su elección en 1994.