La narcocélula que asesinó al ganadero Gustavo Levy y a su chofer el pasado jueves planeaba apoderarse de su rancho, “La Rumorosa”, para convertirlo en su base de operaciones y desde ahí ejecutar órdenes que recibirían desde Nuevo Laredo, Tamaulipas, aseguró el Secretario de Seguridad de Nuevo León, Gerardo Palacios.
El funcionario informó que el grupo que se asentó en “La Rumorosa”, en el municipio de Villaldama, formaba parte de 40 miembros del Cartel del Noreste (CDN) que ingresaron a Nuevo León y se dispersaron en varias células por la zona norte.
De los 40 delincuentes, dijo Palacios, una parte se desplazó a Salinas Victoria y el 2 de enero sostuvo un enfrentamiento con las autoridades, en el que murieron dos policías de Fuerza Civil y uno municipal, en la comunidad de Los Villarreales.
Otra célula, conformada por al menos siete sicarios, agregó el Secretario, llegó a pie ese mismo día al rancho de Levy y privó de su libertad a una pareja que trabajaba en la propiedad.
De acuerdo con el funcionario, para pasar desapercibidos y no ser detectados por las autoridades en su incursión a Nuevo León, los criminales no se desplazaban en convoy, como suelen hacerlo.
Durante cuatro días, detalló, los delincuentes operaron en el rancho y se desplazaban en una camioneta roja propiedad de los trabajadores a los que mantenían cautivos.
En ese lapso esperaron órdenes de líderes del CDN en Nuevo Laredo. ”Para pasar desapercibidos tuvieron que ingresar (al estado) de manera muy atomizada, en pequeños grupos”, afirmó Palacios, “los dejaron sin vehículos, sin inmuebles, lo que tenían que hacer era encontrar un lugar para esconderse.
”Estando ahí agazapados esperaban ordenes de Nuevo Laredo, órdenes que nunca llegaron”, agregó. ”No sabían cuál era su objetivo, cuál era su tarea, fue una incursión muy irracional”.
El 5 de enero, Levy y un chofer arribaron al rancho y fueron sometidos por los sicarios, quienes los asesinaron y calcinaron sus cuerpos, que fueron encontrados el sábado pasado.
Aunque fuentes revelaron a Grupo REFORMA que el empresario intentó defender su propiedad y por eso lo asesinaron, Palacios sostuvo que los delincuentes lo habrían matado sin motivo aparente.
Tras cometer el doble homicidio, cinco de los criminales fallecieron en una volcadura en Villaldama, mientras que dos más fueron detenidos en distintos hechos.
Levy residía en la Colonia Lomas del Valle, en San Pedro, y antes de dedicarse a la ganadería fue propietario de una ferretería para el ramo industrial.
Por separado, productores y agricultores de Nuevo León pidieron reforzar la vigilancia en la zona rural, principalmente en el norte del estado, pues han sido testigos de balaceras y otros hechos de sangre de la narcoguerra que sigue cobrando vidas inocentes.
